Sánchez y Puigdemont ‘pactan’ ir a elecciones
El voto de la militancia de Juntosaprobar por un 90% el fin del apoyo a PSOE en el Congreso de los Diputados, es la primera urna del nuevo ciclo electoral. Mucho Carlos Puigdemont como presidente del Gobierno, Pedro Sánchezhan hecho oficial su primer ‘acto de campaña’ esta semana. Las dos formaciones políticas no se han «dado tiempo», sino que han firmado un divorcio, aunque amistoso.
Oficialmente queda un año y medio para las próximas elecciones autonómicas y locales, es decir, menos de un año para que ponga en marcha toda la maquinaria electoral. Este margen tan estrecho hizo imposible de facto cualquier acuerdo significativo entre los de Puigdemont y Sánchez: Si no ha habido presupuestos en los dos últimos años, ahora habría aún menos. Pero Junts necesitaba un acto de reafirmación política que le permitiera ir a la guerra contra Alianza Catalana sin el sambenito sanchista.
La ruptura escenificada es un acto electoral y, por tanto, Puigdemont, lejos de suavizar el discurso contra Sánchez en los próximos meses, Es lógico que incluso lo aumente: De lo contrario, estaríamos ante una estrategia política ineficiente. Junts ha parecido romper con el PSOE en varias ocasiones y ninguna de ellas le ha aportado votos. Ser demográficamente eficaz contra Silvia OrriolsPuigdemont también debe estar contra Pedro Sánchez.
Divorcio Sánchez – Puigdemont
Este es un divorcio amistoso. De momento, porque los divorcios suelen ser amistosos hasta que aparece un tercero. La cuestión de fondo es si las tendencias demográficas obligarán a Puigdemont a acercarse Alberto Núñez Feijóo (PP) poner sobre la mesa una moción de censura. El líder del Partido Popular hace esfuerzos para no asumir ningún papel eso va más allá de ser un comentarista actual (aunque algunas voces señalan que esto es insuficiente ante la pérdida de apoyo a Vox). Además, el PP no ha podido capitalizar batallas económicas como las nuevas cuotas para autónomos.
De esta forma, hoy Junts ha formalizado la ruptura con Sánchez, pero le ha dado a entender que la legislatura no acabará a menos que él así lo decida. Sánchez sigue teniendo la decisión final, y encamina lo que queda de mandato hacia un escenario de alta polarización política y enfrentamiento con el PP, para ver si en algún momento Aparecen posibilidades de apretar el botón electoral con ciertas esperanzas para revalidar el título.
Así, PSOE y Junts, y el resto de partidos por extensión, han dado el pistoletazo de salida al nuevo ciclo electoral. Sánchez respira aliviado y ve el lado bueno de separarse de Puigdemont, una figura que cuestionaba cada vez más el carácter «progresista» de su mayoría. Sánchez ya no tiene que esforzarse en aparentar que corteja al nacionalismo catalán, que de la misma manera iba a acabar en nada, y en cambio va a intentar movilizar sus bases ante la cristalización de la “mayoría negativa” de PP, Vox y Junts, como la ha bautizado el PNV.
Sólo dentro de la cabeza de Pedro Sánchez están sus planes: si realmente espera renovar una mayoría de izquierdas (de momento las encuestas dan al bloque de derechas 20 escaños por encima del número absoluto) o, como empieza a especularse, fortalecer al PSOE comiéndose a Sumar y todo lo que pulula a su izquierday tener resultados electorales lo suficientemente dignos para mantenerse al frente de la oposición durante un par de años, periodo que se considera suficiente para que la precaria alianza entre PP y Vox se desmorone.
El papel de Feijóo
Desde Informe de la UCO sobre Santos CerdánEl PP de Núñez Feijóo ha tenido mala suerte y malos resultados. Génova ha sido señalada como torpe en todo lo que ha sucedido posteriormente, como la Los incendios, Israel y Gaza, y la situación en la Comunidad Valenciana. Así como Puigdemont ha querido recuperar el capital político perdido en el último año dando un portazo, esto se plantea para el PP como la posibilidad de recuperar el suyo con una posible moción de censura contra Pedro Sánchez.
Como algunos le preguntan a Feijóo, este es el momento ideal: el PP necesita ganar protagonismo más allá de comentar el día a día de los escándalos de Sánchez. También tiene la excusa perfecta: el Govern al que tanto ha satanizado acaba de perder la mayoría que dice que le apoya, y también es una magnífica opción para poner a prueba a Junts sobre el algodón de la supuesta ruptura. Incluso si no impusiera su candidatura, si lograra sumar un escaño de, por ejemplo, Coalición Canaria, con la abstención de Junts el PP podría visibilizar una mayoría de 172 diputados sobre 171. Pese a ello, Feijóo no parece muy dispuesto a tomar la iniciativa.
Sea como fuere, el legislador está, en palabras del PNV de Aitor Estebanen fase terminal, muriendo. Pero es cierto que Franco, cuya muerte se celebra ahora en su cincuentenario, estaba «moriendo» seis meses.
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