Un año después de la tragedia de la DANA, La periodista Maribel Vilaplana ha comparecido como testigo para contar, paso a paso, lo ocurrido el 29 de octubre de 2024 y, especialmente, la comida que mantuvo con Mazón en el restaurante ‘El Ventorro’. Su declaración es clave a un año de la DANA, en un momento decisivo para el esclarecimiento de los hechos y para el futuro –tanto político como judicial– del presidente.

Maribel Vilaplana declaró durante más de hora y media ante el juez de Catarroja y, según fuentes presentes en la sala, fue un testimonio difícil. La periodista quedó visiblemente afectada, al punto que el tribunal le preguntó si quería tomarse un descanso.

La periodista explicó que se encontraron directamente en el restaurante, a donde llegó alrededor de las 15:00 horas. Subieron al privado de la planta superior, donde -según han manifestado- estaban solos, salvo alguna que otra entrada del dueño del establecimiento. En un momento de la comida, dijo, le entregaron un sobre para que firmara unos papeles, lo que hace suponer que Mazón no estaba incomunicado.

Vilaplana ha informado que El presidente estuvo «constantemente» al teléfono, interrumpiendo la comida para contestar llamadas y mensajes. Sin embargo, ha matizado que no escuchó el contenido de esas conversaciones, ya que Mazón se alejaba cada vez que hablaba por teléfono.

“Él nunca me dice nada, ni escucho palabras como DANA, Cecopi o lluvia. No escucho nada, y tampoco me transmite ninguna de esas llamadas. Tengo la sensación de que le oigo hablar poco; más bien estaba escuchando. Sólo recuerdo una alusión: ‘es por la foto’, o algo así», declaró sin poder precisar a qué se refería el presidente.

También ha indicado que Mazón le dijo que venía de una reunión con los sindicatos, pero en ningún momento le mencionó la alerta de lluvia ni la situación meteorológica.

Durante su aparición, Vilaplana ha subrayado que no mantiene amistad ni enemistad con ninguno de los acusados.. Además, explicó que no tiene el ticket del estacionamiento al que fueron después de la comidaaunque aportará el comprobante de pago mediante tarjeta y su matrícula para que el juzgado informe al aparcamiento correspondiente.

En otro momento del interrogatorio, la periodista dijo que alguien le envió un vídeo sobre las inundaciones en Utiel, pero que ella no lo abrió. “Le respondí con un emoticón sin entrar al enlace mientras él seguía hablando. Me atormenta no haberlo visto, porque si no hubiera dicho: ¡Ostras!”, reconoció.

En este sentido, explicó que Su expareja suele mandarle muchas novedades y, por eso, no suele abrir los enlaces. «Hace mucho que no soy periodista y tengo mucho trabajo. No tengo tiempo para mirar los medios», añadió entre lágrimas, mientras mostraba su móvil y el chat al juez.

Según su testimonio, la comida terminó alrededor de las 18.45 horas. Al salir, siguieron conversando afuera del restaurante y Mazón la acompañó hasta el estacionamiento. “Ya era de noche”, recordó. Y ha añadido un detalle que considera relevante: el presidente «no parecía tener prisa».