El asesinato de un alcalde en México desata la ira ciudadana
Michoacán salió a las calles contra Sheinbaum y Morena. El asesinato a quemarropa del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en un acto público del Día de Muertos Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los michoacanos. Movilizados a través de grupos de WhatsApp y redes sociales, varios cientos de ciudadanos se manifestaron en Morelia, la capital del estado, contra la impunidad y para exigir a las autoridades estatales y federales que pongan fin a la violencia que sufren.
La marcha ciudadana se tornó violenta hacia el final cuando Varios jóvenes irrumpieron en la sede del gobierno estatal -también liderado por el partido gobernante Morena- y destrozaron el interior del edificio. Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos y arrestaron a ocho manifestantes.
Carlos Manzo no fue un alcalde cualquiera. La cabecera municipal de Uruapan, segunda ciudad más importante del estado y Capital mexicana productora de aguacate, ganó por mayoría las elecciones de junio de 2024 con una candidatura independiente y el compromiso de detener la violencia de los cárteles que amenazan, extorsionan y siembran violencia en este municipio que encabeza una próspera región agrícola. En apenas trece meses al frente del Ayuntamiento de Uruapan se había ganado la fama de ser “el Bukele mexicano”.
El pasado mes de mayo, El alcalde de Michoacán causó revuelo al ordenar a policías municipales “batir” a delincuentes si los encontraban armadossi se resistieron a ser arrestados o si fueron sorprendidos en una agresión o ataque.
manzo sabia amenazado por el crimen organizado y mantuvo una estrategia de alto perfil en las redes sociales donde difundió sus visitas a diferentes zonas del municipio, enfocándose en la seguridad. De hecho, hace apenas unos días había vuelto a pedirle a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, más seguridad para Uruapan. A través de su perfil de Facebook hizo un llamado a Sheinbaum y su “Zar de Seguridad”, Omar García Harfuch, para que “no dejen solo a Uruapan en la lucha contra los delitos federales que a la Federación le corresponde atender”.
El asesinato de Carlos Manzo se suma a la muerte violenta también en Michoacán del líder de los empresarios y agricultores del limón, Bernardo Bravo, el 20 de octubre. Ambos se habían significado el uno al otro. resistir las amenazas de los cárteles que se establecen y operan en Michoacán. Tanto Manzo como Bravo habían denunciado públicamente la falta de seguridad por parte del Gobierno de Sheinbaum y del Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
“El avance de la delincuencia no sólo amenaza la integridad de las personas, sino que también frena el crecimiento económico, debilita las instituciones y profundiza la desconfianza social”, denunciaron conjuntamente este domingo más de un centenar de organizaciones y entidades de la sociedad civil en Michoacán.
En un histórico comunicado conjunto denunciaron que si bien han habido varias visitas del Secretario de Seguridad al estado, no han tenido en cuenta las propuestas de la sociedad civil. «A pesar de las recientes visitas de autoridades federales y estatales a Apatzingán -también en Michoacán-, las reuniones excluyeron a sectores fundamentales, como los productivos, académicos, religiosos y miembros de la Mesa Ciudadana por la Seguridad y la Justicia, así como a los alcaldes que enfrentan directamente las consecuencias de la violencia».
Presidente Sheinbaum condenó el asesinato de Carlos Manzo y prometió que “no habrá impunidad”. “Vamos a continuar con todas las investigaciones hasta dar con todos los responsables, no solo los materiales”, dijo este lunes en “La Mañanera” en su rueda de prensa diaria. Atribuyó la situación de violencia que vive el estado de Michoacán a Políticas de “guerra contra las drogas” llevadas a cabo por los anteriores presidentes Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto.
La presidenta no logró cuestionar la política de “abrazos y no balazos” implementada durante el sexenio de su antecesor Andrés Manuel López Obrador y a la que ella continúa. Este sería el séptimo año de una estrategia de seguridad basada en no enfrentar directamente al crimen organizado sino en las causas que llevan a las personas a sumarse a las filas del narcotráfico y en ejercer todo el peso de la justicia. «¿Qué propone la derecha? ¿La guerra contra las drogas? ¿Intervención? Eso no lleva a ninguna parte. Vamos a reforzar Michoacán y otros estados, pero fortaleciendo la presencia, la inteligencia, la impunidad cero», dijo Sheinbaum. A lo largo del lunes hubo nuevos llamados a manifestaciones y protestas en Morelia.
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