La novedad de la DGT no es que de repente se pueda cambiar la tarjeta sin más, sino esta el proceso para hacerlo se ha modernizado. Hasta ahora, cambiar un permiso extranjero era un proceso largo que comenzaba con la odisea de conseguir cita previa en la web de la DGT, que en ciudades como Madrid o Barcelona era casi misión imposible.

El problema fue el gigantesco atasco en las oficinas. Este nuevo servicio, puesto en marcha a través de la Sede Electrónica de la DGT, digitaliza la mayor parte del procedimiento. Ya no es necesario dedicar una mañana entera, o más, a presentar documentos. Ahora el trámite se inicia online, la documentación se carga electrónicamente y la DGT realiza controles internos sin necesidad de desplazarse.

Eso no significa que no debas volver a poner un pie en una sede. el sistema elimina toda la burocracia anterior, pero mantiene una visita presencial obligatoria al final en absoluto. Sólo tendrás que acudir una vez, cuando ya se haya expedido la homologación, para entregar el permiso físico original y recoger la autorización provisional para conducir en España. El permiso final llegará más tarde por correo a su domicilio. Es un cambio radical: pasamos de un infierno burocrático a una simple gestión final.