El espacio podría transformarse en un enorme centro de datos para la IA
Las empresas tecnológicas están planteando la idea de construir centros de datos en el espacio y aprovechar la energía del Sol, para satisfacer las crecientes demandas de energía relacionada con la feroz carrera por el mercado de la Inteligencia Artificial (IA). Se utilizarían estructuras ya existentes en órbita, según los especialistas.
[–>[–>[–>En plena competencia por dominar el sector de la IA, los gigantes tecnológicos y las startups miran hacia el espacio: la idea, que crece en conferencias y eventos, es convertir agrupaciones de satélites y plataformas orbitales en extensas “granjas” de servidores. Estas aprovecharían la luz solar continua y el vacío para alimentar y refrigerar los equipos que son el corazón de los centros de datos utilizados en el entrenamiento de modelos de IA.
[–> [–>[–>Proyectos en marcha
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Según publica Tech Xplore en base a información aportada por la agencia AFP, la propuesta ya dejó de ser únicamente una teoría. Por ejemplo, la empresa estadounidense Starcloud lanzó recientemente al espacio un satélite que lleva en su interior una unidad de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia, un experimento que la compañía y el fabricante han definido como una primera muestra de un mini-centro de datos orbital.
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En el mismo sentido, Google anunció planes para poner a prueba satélites y transformarlos en centros de datos, como parte de su Proyecto Suncatcher, con lanzamientos de prueba previstos para principios de 2027, mientras que SpaceX aseguró estar en condiciones de desplegar centros de datos en órbita aprovechando su constelación de satélites Starlink.
[–>[–>[–>Existen dos ventajas claras en torno a este concepto. En principio, la energía disponible: satélites sincronizados con la órbita del Sol podrían recibir luz solar casi continua, reduciendo la dependencia de redes eléctricas terrestres y las emisiones asociadas. En segundo término, en el vacío espacial el calor puede reducirse con mayor facilidad, evitando el enorme consumo de agua y sistemas de aire acondicionado que requieren los centros de datos terrestres para refrigerarse. De esta manera, un despliegue masivo de centros destinados a alimentar a la IA podría ser más sostenible y eficiente.
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Problemas a superar
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Sin embargo, los desafíos técnicos y económicos siguen siendo importantes. La radiación espacial puede dañar componentes sensibles, en tanto que las temperaturas extremas y el riesgo de colisiones con escombros orbitales y otros componentes de la basura espacial obliga a costosas soluciones de blindaje y seguridad. En consecuencia, el coste de lanzar toneladas de hardware al espacio sigue siendo aún un factor determinante, que frena la propuesta.
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[–>Distintos investigadores y responsables del sector coinciden en que la viabilidad comercial podría alcanzarse en una o dos décadas, dependiendo de las mejoras en protección contra radiación, comunicaciones láser para enlaces terrestres y, principalmente, reducciones adicionales en los costes de lanzamiento.
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Además, la iniciativa abre debates regulatorios y ambientales, en torno al impacto de las instalaciones sobre el clima y la atmósfera, sobre cómo se regula la soberanía de datos y la responsabilidad ante fallas o daños desde el espacio y, por último, en cuanto a los riesgos geopolíticos y cibernéticos relativos a la seguridad de estas infraestructuras.
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