GUERRA RUSIA-UCRANIA | Ucrania y la oposición castrista señalan a la embajada rusa por el reclutamiento de cubanos para la guerra
No hay dudas entre la oposición cubana, ni entre las autoridades de Ucrania, el país atacado por Rusia en 2022 que mantiene en sus cárceles a decenas de mercenarios cubanos reclutados por Moscú. Semejante «tráfico humano«, tal y como lo definen, no podría hacerse jamás sin que las autoridades de La Habana no hicieran la «vista gorda», y evidentemente sin la colaboración, directa o indirecta, de la gigantesca embajada del Kremlin, apodada ‘la Torre de Control’ por los lugareños por su peculiar forma, que emerge entre los edificios en el litoral occidental de la urbe. Las autoridades de Kiev, por su parte, acaban de anunciar el cierre de su legación en la isla caribeña debido al apoyo del Gobierno de Miguel Díaz-Canel a Rusia, pero en especial por ignorar el «reclutamiento masivo de mercenarios cubanos» para guerrear en su territorio nacional en el bando del «enemigo».
[–>[–>[–>«En Cuba hay muchos rusos y muchas rusas», recuerda desde la isla caribeña por videoconferencia Reinaldo Escobar, periodista y director del diario online 14 y medio’. «Gentes rusas que están en contacto con la embajada, que lo sabe; muy probablemente hay un funcionario cubano verificando todo esto, ya que hay que poner un filtro de a quién envían a su Ejército», continua el periodista opositor. La embajada está dirigida por Víctor Koronelli, quien en su destino anterior dirigió la legación rusa en Ciudad de México, y tras cuyo nombramiento en 2023 los reclutamientos de cubanos para ir al frente se han disparado.
[–> [–>[–>«Koronelli fue enviado a la Habana por el Kremlin con la expresa misión de reclutar masivamente ciudadanos cubanos para la guerra de Ucrania, según denunciaron algunos medios» , destaca la periodista independiente mexicana Dolia Estévez. «Para Rusia, Koronelli es una pieza clave en el tablero latinoamericano por su cercanía con los servicios de inteligencia desde la época de la URSS; en México dejó huella por presidir un ‘aumento’ sin precedentes de diplomáticos rusos sospechosos de ser espías tras la invasión de Ucrania», rememora la analista No existen cifras oficiales respecto al número de combatientes cubanos alistados, pero Ruslán Spirin, representante especial de Ucrania para América Latina y el Caribe, estima que podrían haber sido desplegados entre 6.000 y 7.000 individuos, «con un número de muertos estimado entre los 200 y los 300».
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El papel del Gobierno
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El papel del Gobierno cubano también es destacado por los opositores. «Es imposible algo así sin el apoyo de las autoridades», sentencia de forma taxativa Manuel Cuesta Morúa, vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba y una de las figuras más destacadas de la disidencia. Y justifica su acusación a partir de la extracción social de los reclutados, en su mayoría «jóvenes» de clase media o baja que realizan «su primer viaje al extranjero», para lo que necesitan «un pasaporte nuevo». «Salen en tropel, reclutados nada más y nada menos que a través de Facebook —la plataforma más espiada del mundo en uno de los países que más espía a sus ciudadanos—, con pasajes que cuestan entre 1.800 y 2.500 euros, con un gobierno que tiene un control totalitario sobre la población y cuenta con recursos migratorios para impedir la salida del país», denuncia. Las leyes cubanas obligan al régimen de La Habana a encarcelar y perseguir a los combatientes reclutados por el Kremlin, y el delito de mercenarismo, según el artículo 153 del Código Penal cubano, se castiga con hasta 30 años de reclusión.
[–>[–>[–>Las razones del alistamiento no son en absoluto ideológicas y en nada tienen que ver con las expediciones que organizó en su día el propio régimen de Cuba para apoyar a gobiernos afines, como la ‘operación Carlota’ en Angola entre 1975 y 1991 destinada a impedir que en el país se instalara un régimen de apartheid como el sudafricano. Se trata de huir de una isla aquejada por una terrible crisis económica, y espoleados por las pingües pagas que se prometen. «Ni los dueños de las Mypimes (pequeñas y medianas empresas) en Cuba ganarían 2.000 dólares mensuales«, señala Cuesta Morúa. Y es que, a fin de cuentas, el sueño de todos es, «si sobreviven, no regresar jamás a Cuba».
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