Gerard Vázquez, ingeniero, indignado con la jubilación de su padre: «Una vida entera trabajando y ahora España le dice: ‘Gracias por nada'»
La jubilación, ese momento que muchos trabajadores esperan con ilusión tras décadas de esfuerzo, puede convertirse en una pesadilla para quienes, a pesar de haber cumplido sobradamente con sus obligaciones, se ven penalizados por un sistema que no contempla la realidad del mercado laboral actual. En España, miles de personas que han trabajado toda su vida, cotizando más de 40 años, sufren recortes en sus pensiones por verse obligados a jubilarse anticipadamente tras perder su empleo, sin que ello haya sido una elección personal.
[–>[–>[–>Es el caso de muchos trabajadores mayores de 60 años que, tras años de contribución al sistema, descubren que la jubilación anticipada conlleva una penalización de por vida en su pensión. Aunque no hayan elegido dejar de trabajar, la edad y las circunstancias empresariales los empujan a una salida forzosa del mercado laboral. Esta situación es especialmente sangrante para quienes han cotizado más de lo que la ley exige y aún así ven recortado su derecho a una pensión digna.
[–> [–>[–>La historia del padre de Gerard
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Gerard Vázquez ha denunciado esta realidad en una publicación en su perfil de LinkedIn que se ha hecho viral. En ella relata con crudeza la historia de su padre, José Luis Vázquez, de 61 años, quien tras 43 años cotizados se ha visto obligado a asumir una jubilación anticipada con una reducción del 26% en su pensión. “Una vida entera trabajando y ahora España le dice: ‘Gracias por nada’”, escribió su hijo.
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José Luis, a pesar de no contar con estudios universitarios, ha desempeñado cargos de alta responsabilidad: Director Regional de Caprabo, Director de Leroy Merlin y Regional Manager en varias empresas de renombre. Ha liderado equipos de hasta 300 personas, superado objetivos, formado a cientos de empleados y contribuido al crecimiento de grandes compañías. Todo esto, mientras cumplía puntualmente con sus obligaciones fiscales durante más de cuatro décadas. Sin embargo, su edad lo convierte ahora en un “invisible” para el mercado laboral.
[–>[–>[–>[–>[–>[–>La situación de José Luis empeoró en agosto de 2024, cuando la empresa para la que trabajaba cerró por concurso de acreedores y fue incluido en un ERE junto a sus compañeros. Desde entonces, ha estado cobrando el paro, pero cuando este se agote, solo le quedará acogerse a la ayuda para mayores de 52 años. Ante la imposibilidad de encontrar trabajo y sostenerse económicamente hasta los 65 años, no le quedará otra opción que solicitar la jubilación anticipada forzosa, aceptando así una pérdida del 26% en su pensión de por vida, a pesar de tener más años cotizados de los que exige la ley.
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Carta a ASJUBI40
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En una carta dirigida a la asociación ASJUBI40, José Luis alza la voz en nombre de los casi 900.000 afectados por esta misma situación. Explica que la ley exige 38 años y 2 meses cotizados para una jubilación completa, pero aun habiendo superado ampliamente ese umbral, se le penaliza simplemente por no llegar a la edad legal de jubilación. “¿Dónde está la equidad cuando no somos nosotros quienes hemos elegido dejar de trabajar?”, se pregunta. “Ha sido la empresa la que ha cerrado y, a nuestra edad, el mercado laboral nos da la espalda”.
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[–>La publicación de Gerard no solo denuncia, también apela a la acción. Pide ayuda para su padre, preguntando si alguna empresa valora la experiencia por encima de la edad. “Mi padre está dispuesto a adaptarse, a darlo todo”, dice.
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