«Asturias está a la vanguardia del uso de la inteligencia artificial» afirma David Pérez Pancho, decano de los informáticos asturianos
David Pérez Pancho (Langreo, 1983) es el decano del Colegio Oficial de Ingeniería Informática del Principado de Asturias (COIIPA). Trabaja en la empresa químico-farmacéutica Bayer desde hace seis años, donde se ha involucrado en proyectos relacionados con la inteligencia artificial.
[–>[–>[–>Algunos se aplican actualmente en Asturias, que considera que está «a la vanguardia» del sector. Sobre este eje rodará la XV Semana del Impulso TIC, que organiza su colegio junto al de Graduados e Ingenieros Técnicos en Informática (CITIPA) y que se desarrolla desde hoy hasta el viernes en el Parque Tecnológico de Gijón y su entorno.
[–> [–>[–>El evento pone el foco en la inteligencia artificial. ¿En qué procesos la usan las empresas?
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Hay tecnología de este tipo desde hace más de veinte años. Esta semana queremos que los profesionales nos cuenten cómo están adaptando tanto la inteligencia artificial y de renovar el conocimiento de la más tradicional, que en la industria se aplica desde hace décadas empresas como Arcelor Mittal, Izertis, Trilogic, Satec… Estos años también ha sido el boom de la generativa habrá que ver qué casos de éxito hay. Queremos iluminar sobre lo que se está haciendo en la región, que es mucho.
[–>[–>[–>¿Cómo vamos en Asturias?
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Estamos muy bien, pero es un trabajo desconocido y poco visible que queremos dar a conocer. Desde la Universidad de Oviedo hay muy buena cantera de ingenieros y, en cuanto a las empresas, hay cada vez más centros de innovación que referencia para multinacionales.
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[–>Destaque algún proyecto.
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El Sespa está poniendo en marcha una plataforma pionera para aplicar inteligencia artificial en muchos ámbitos. Por ejemplo, en el dermatológico y radiológico, en el área de Caudal; también en la radiología en Avilés. El HUCA lanzará distintos proyectos. Uno incluirá toda la información de sanidad de los pacientes, que será un lago de datos del que se podrá sacar partido de forma segura y legal. Efectivamente lo hacemos bien y Asturias está a la vanguardia del uso de la inteligencia artificial.
[–>[–>[–>¿Ve más nichos regionales?
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El turismo y la industria de la defensa. En turismo hay que digitalizar mucha información; la defensa tiene un enorme potencial que en lo que ingeniería informática atañe, en campos como la ciberseguridad, en una industria robótica potente de drones manuales y autónomos, en visión artificial –sistemas que pueden reconocer el entorno y tomar decisiones– y la realidad virtual y la aumentada.
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¿Cómo es el trabajo en Bayer?
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La apuesta por Asturias de Bayer es muy fuerte. La inteligencia artificial la usamos en desarrollo de fármacos, avances en genética, en el ámbito de la agricultura y optimización de nuestras plantas. Estamos superactivos en la adopción de tecnología LLM –»Large Language Model», como ChatGPT y similares– y colaboraciones con las grandes como Google, Microsoft o Amazon. Nuestra labor ha evolucionado mucho en el último año y gracias a ella podemos centrarnos mucho más en los usos finales que en labores administrativas.
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¿Algún techo con la inteligencia artificial o aún «todo es campo»?
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Hay uno muy importante y es el control de la sostenibilidad. Estos algoritmos requieren de mucha infraestructura y energía, por lo que hacer uso responsable.
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¿Y las implicaciones éticas?
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Somos conscientes de ello y en Bayer usamos nuestras propias plataformas cerradas, que aprenden con nuestros propios datos. Sabemos de casos en los que de forma indirecta se filtra información al meter ciertas cosas en las plataformas que están en la nube.
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¿Y cuando pedimos a ChatGPT que «razone», qué hace?
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De momento es fuerza bruta. No razona «per se», porque muchas veces con operaciones sencillas falla y se inventa las respuestas. Esto puede propiciar que aprenda en base a errores. De momento es capaz de interpretar cantidades muy grandes de información que, combinado con su base de conocimiento, reproduce la respuesta que daría un humano. Es muy bueno para romper el hielo, pero no podemos fiarnos de todo lo que arroja.
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¿Dónde podemos estar en 2030?
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No me aventuro mucho, pero nunca desaparecerá el usuario que valide el resultado. Solo nos sustituirá en las labores más tediosas. Ahora son repetitivas, más adelante quizá sean pensar, pero así quedaremos libres para tareas más diferenciales. Tampoco quitará trabajo a los programadores. Quizá algunos perfiles se reconviertan, eso sí.
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