LOTERÍA NAVIDAD | Niño Becerra (74 años): «Antes con el premio gordo de la Lotería de Navidad podían comprarse 24 casas»
Un coste de acceso a la vivienda por las nubes y unos sueldos por los suelos, son la combinación perfecta para que tener un hogar en propiedad sea un auténtico lujo en algunas de las grandes ciudades del país, como Barcelona o Madrid, aunque también en zonas altamente tensionadas como las Baleares.
[–>[–>[–>Esto obliga a retrasar la edad de emancipación varios años por encima de la media europea y a retrasar los planes de vida de los jóvenes que se ven obligados a quedarse en casa de los padres, en el mejor de los casos, o a compartir piso hasta edades en la que generaciones anteriores ya tenían su trayectoria encaminada.
[–> [–>[–>Imagen de un cartel de venta de vivienda. / RICARD CUGAT
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Incluso los jubilados se ven obligados a compartir piso con otras personas, una situación que no hace tantos años era completamente irracional y que por culpa de la inflación se ha convertido en una alternativa más.
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El Gordo de la Navidad, hoy un espejismo
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Ahora que se acercan las fechas navideñas, el economista Santiago Niño Becerra ha aprovechado para hacer una comparación con uno de los elementos más representativos de estas fechas, la Lotería de Navidad, para evidenciar el encarecimiento descarnado del coste de vida en la actualidad.
[–>[–>[–>«En euros actuales, el premio gordo facultaba para comprarse dos casas en Madrid. Dos casas en Madrid, sí. Pero es que la cosa mejoró, porque en 1920, con el premio gordo de la lotería, podían comprarse 24 casas. 24, ¿eh? Cuidado, siempre en euros constantes, en valor actual«, revela el experto en economía.
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No obstante, la situación fue de capa caída a partir de los 50, cuando se bajaron los premios más suculentos del sorteo: «Se quiso reducir esos premios para tener más ganancias vendiendo los números, claro está», indica.
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[–>En la actualidad, con el premio que se obtiene de 400.000 euros por décimo, ya no da para comprar una casa en algunos de los lugares más poblados de España, aunque el problema no es de la reducción del cobro: «No te compras una casa ya. No, en algún sitio puede que sí. Pero el problema no es de la lotería, es de Madrid, de Bilbao, de Barcelona, de Sevilla…«, asegura Niño Becerra.
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Por eso, el experimentado economista defiende el modelo de un sorteo tan arraigado a la sociedad española: «La lotería de Navidad tiene algo que, por las fechas, sirve para compartir con los amigos. Tiene alma. En el trabajo, en las empresas, se hacen números colectivos. Es decir, tiene algo que une«, sentencia.
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