Alemania emprende una cruzada contra su legendaria burocracia
«¿Cuántos funcionarios alemanes se necesitan para cambiar una bombilla?» – Ninguno. Primero hay que llenar el formulario A38, esperar la aprobación del Ministerio de Energía, pedir cita para acudir con el papel a la comisión de gastos y luego esperar a que llegue el electricista. … autorizado por el Estado. Los chistes alemanes sobre la burocracia son un clásico y su contenido suele responder a hechos reales. Pero no son divertidos. Las empresas alemanas pierden hasta 146.000 millones de euros al año debido a la legendaria burocracia que cubre como una pegajosa tela de araña cualquier actividad económica del país, por insignificante que sea.
La cifra procede de un estudio del prestigioso Instituto Ifo encargado por la Cámara de Industria y Comercio (IHK) de Múnich y Alta Baviera. “Los costes de no hacer nada son enormes en comparación con el potencial de crecimiento que permanece latente en la reducción de la burocracia”, ha defendido extensamente Oliver Falck, director del Centro Ifo de Economía Industrial y Nuevas Tecnologías, para quien, si Alemania alcanzara los niveles de digitalización del sector público danés, su PIB aumentaría en 96.000 millones de euros al año.
El nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, perfectamente consciente de esta carga, llegó al gobierno con la promesa de una cruzada contra la burocracia. En su primera semana como canciller, ordenó una reducción del personal federal del 8% y su consejo de ministros acaba de dar un primer paso para reducir significativamente los procedimientos innecesarios.
Con la esperanza de modernizar el aparato estatal y reactivar la economía, el Consejo de Ministros alemán ha aprobado un paquete de ocho medidas destinadas a simplificar los procedimientos, eliminar obligaciones redundantes y promover la digitalización en la administración pública, que incluyen la simplificación del Código de Comercio e Industria, la eliminación de las obligaciones de información y la simplificación específica de las normas tributarias que permitirán una gestión más eficiente de los impuestos, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Estas modificaciones buscan reducir el número de formularios y facilitar el cumplimiento normativo a través de plataformas digitales. Su alcance no va demasiado lejos, teniendo en cuenta que el ahorro, con su aplicación, se estima en unos 160 millones de euros. Cambio. Pero no todo se mide en dinero. La Ministra de Economía, Katherina Reiche, ha sostenido que «menos burocracia significa Más libertad, más innovación y más tiempo para lo que realmente importa.: progreso. De las ocho medidas aprobadas, cinco salen directamente de su cartera.
Para simplificar las obligaciones de presentación de informes, se han eliminado o reducido múltiples requisitos de presentación de informes y documentación para las empresas, especialmente en lo que respecta a los informes periódicos y los registros duplicados. Esto afecta tanto a empresas comerciales como a trabajadores autónomos. Se impulsa el uso obligatorio de la factura electrónica para las transacciones nacionales entre empresas (B2B), con un despliegue en tres fases hasta 2028, por lo que las empresas deberán estar preparadas para recibir facturas electrónicas a partir de enero y emitirlas en formato estructurado a partir de 2026.
En cuanto a la actualización de los umbrales impositivos para las pymes, el límite de facturación anual para beneficiarse de regímenes simplificados se ha elevado de 22.000 a 25.000 euros, y el umbral para el año en curso se eleva a 100.000 euros, lo que permitirá que más pequeñas empresas se beneficien de procedimientos reducidos. También se han sentado las bases para una mayor interoperabilidad entre bases de datos públicas, se han ampliado o flexibilizado algunos plazos de presentación de documentos y se ha permitido el uso de formatos digitales para contratos y notificaciones que antes requerían formato en papel o firma presencial.
Más iniciativas
El Ministerio de Justicia, dirigido por Stefanie Hubig, ha impulsado dos leyes que permitirán la tramitación completamente digital de los contratos de compra y venta de terrenos. Una vez notariado el contrato, los documentos podrán intercambiarse electrónicamente entre notarios, juzgados y autoridades, lo que supondrá una Ahorro estimado de 50 millones de euros.. Además, se digitalizarán las solicitudes y órdenes en procedimientos de ejecución hipotecaria, con un ahorro adicional de 6 millones de euros.
En el ámbito laboral, la ministra de Trabajo y líder del SPD, Bärbel Bas, ha propuesto una reforma de las normas de seguridad en el trabajo. A partir del segundo trimestre de 2026, las empresas con menos de 50 empleados ya no estarán obligadas a tener un responsable de seguridad, y aquellas con hasta 250 trabajadores podrán limitarse a uno.
Esta medida reducirá el número de agentes de seguridad en 123.000, lo que supone un importante alivio para el tejido empresarial. También se ha anunciado la creación de una ‘Work-and-Stay-Agentur’, una agencia digital que centralizará la gestión de las solicitudes de trabajadores extranjeros y permitirá a los profesionales recibir todos los permisos necesarios a través de un único portal, independientemente de la autoridad competente en cada paso del proceso.
Bas busca hacer que Alemania sea más atractiva para el talento internacional y facilitar la contratación de personal altamente cualificado por parte de las empresas alemanas.
La Cámara de Industria y Comercio de Alemania pide una reforma más profunda y estructural que aborde la raíz del problema. Advierte de que «la competitividad de la economía alemana está en juego» y que es necesaria una «estrategia sostenida» para garantizar que las reformas no se diluyan en el tiempo.
El consenso general de que no sólo es conveniente, sino también posible, luchar contra la burocracia alemana, asumida socialmente durante décadas como un mal endémico, podría ser clave para la sostenibilidad del proceso. La primavera pasada, una exposición temporal comisariada por la Nueva Economía Social de Mercado (INSM) destacó los absurdos y los efectos de una burocracia abrumadora sobre los ciudadanos y las empresas en el barrio gubernamental de Berlín. Más de 3.000 visitantes, entre ellos muchos políticos de alto nivel, se entretuvieron contemplando a los hijos más enrevesados de la burocracia «donde pertenece, en el museo», según el cartel de la exposición.
«Con el Museo de la Burocracia hemos abierto un nuevo capítulo de la comunicación política. Mostramos quejas, pero también soluciones, de forma entretenida, tangible y palpable”, se jacta el director general del INSM, Thorsten Alsleben.
demasiados detalles
Max Weber la definió como la administración de autoridades públicas y empresas privadas que ejecutan jerárquicamente decisiones de acuerdo con las leyes y los reglamentos, planificación y precisión, así como con rutina y la identificó como esencial para el funcionamiento a largo plazo de una economía.
«En Alemania, sin embargo, a partir de esta visión burocrática fundamental, que primero debe interpretarse positivamente, se ha desarrollado en el sector público una construcción normativa que prescribe normas y leyes hasta el más mínimo detalle, no sólo para las empresas, sino también para los ciudadanos», se explicó al inicio de la gira. «Desde el punto de vista económico, este exceso de regulación representa un riesgo considerable para la competitividad de las empresas y, por tanto, para el crecimiento económico y el empleo», afirmó.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí