Ocho años de acoso a una profesora de un instituto en el País Vasco
El acoso a una profesora en el instituto público de Plentzia (Bizkaia) permaneció oculto durante casi una década. Cada noche de Halloween desde 2018, su casa de Gorliz se un escenario de insultos, lanzamiento de objetos diversos y reuniones de decenas de menores. Esto se habría convertido en una especie de “ritual” entre distintos grupos de estudiantes, que acudían a su casa para regañarla y tirar huevos a la fachada.
El acoso comenzó cuando, un día, la profesora llamó a varios alumnos del centro que Acosaron a una familia de discapacitados que viven en el mismo barrio. Desde entonces, los insultos y agresiones se han intensificado tanto dentro como fuera del centro. Pese a ello, el profesor ha querido mantener este acoso en el ámbito privado en los últimos años, aunque el año pasado la situación desbordó al instituto. Tras sufrir un ataque por parte de un nutrido grupo de jóvenes, se abrió una causa contra 23 estudiantes y, como medida correctiva, fueron obligados a realizar nueve horas de trabajo comunitario, principalmente limpiando playas, y a leer un libro sobre acoso, con el objetivo de reflexionar sobre sus acciones.
Lejos de detener la situación, este año se produjo un ataque aún mayor, con la participación de un mayor número de adolescentes. Alrededor de medio centenar de jóvenes, algunos enmascarados y otros con el rostro descubierto, se concentraron frente a la casa de la profesora para insultarla y arrojarle huevos y limones. En el grupo había principalmente alumnos de 1º y 3º de la ESO, de 12 a 15 años, pero también menores de primaria y antiguos alumnos del centro.
Ante la gravedad de lo sucedido, La profesora presentó denuncia ante la Ertzaintza y la fiscalía de menores, quien abrió una investigación sobre este asunto. Por su parte, el instituto tomó medidas inmediatas y decidió suspender las excursiones y el viaje de fin de curso de 4º de la ESO, una sanción que muchos alumnos consideran injusta.
Este lunes, varios alumnos se concentraron en el patio del centro para mostrar su apoyo al docente y exigir sanciones sólo contra los responsables. En el comunicado dijeron que «nadie merece vivir algo así en el trabajo y este comportamiento no se puede aceptar».
Por su parte, el Ministerio de Educación ha activado protocolos internos para hacer frente a las agresiones al personal de los centros públicos y para la prevención de riesgos profesionales. La viceconsejera, Lucía Torrealday, ha explicado que el Gobierno Vasco recién tomó conocimiento de la magnitud de estos hechos este año y nombró a un instructor para recoger la información. Además, el departamento ha ofrecido a la docente apoyo psicológico, jurídico y administrativo mientras permanezca de baja. Torrealday insistió en que las medidas adoptadas serán de carácter educativo y que aún no se ha decidido si podrían incluir expulsiones o suspensiones temporales de clases.
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