Cuatro titulares de líneas eléctricas investigados por la muerte de 45 aves protegidas en Ávila
ÁVILA 18 nov (EUROPA PRESS)-
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Ávila investiga a cuatro personas, propietarios de varias líneas eléctricas, como presuntos autores de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, contra la flora y la fauna y contra los animales, tras la localización de 49 aves protegidas muertas por electrocución y colisión en líneas eléctricas situadas en la comarca de La Moraña.
La investigación se inició en octubre del año pasado, cuando agentes medioambientales de la zona forestal de Arévalo denunciaron la existencia de varios tendidos eléctricos aéreos en el municipio de Madrigal de las Altas Torres, «que estaban provocando una alta mortalidad de aves».
Pese a los avisos y requerimientos administrativos, las líneas no se habían adaptado a la normativa vigente del sector, por lo que el riesgo para las aves continuaba, según informa la Delegación del Gobierno de Castilla y León en una nota recogida por Europa Press.
Durante el desarrollo de la investigación, en los últimos cuatro años, se han localizado bajo estas líneas eléctricas 42 cadáveres de aves, que fueron recogidos y enviados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid para determinar las causas de la muerte.
El estudio de la zona reveló que las líneas eléctricas discurren por terrenos incluidos en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) ‘Tierra de Campiñas’, catalogada con una sensibilidad ambiental ‘Muy Alta’ para aves esteparias y planeadoras.
“Además, es Zona de Distribución de Especies Amenazadas, Zona de Riesgo de Electrocución de Aves (Muy Alto) y Zona de Protección de la Avifauna ante Colisión y Electrocución de Líneas Eléctricas de Alta Tensión en Castilla y León”.
Los informes de autopsia pertinentes determinaron que la causa principal de la muerte fue electrocución y la colisión fue la causa restante. Tras la posterior inspección técnica visual de los agentes sobre las líneas eléctricas, la verificación del estado y el grado de cumplimiento de la normativa, se localizaron otros siete ejemplares electrocutados, lo que elevó el número de aves muertas a 49.
En estas inspecciones también se comprobó que algunas líneas estaban corregidas y eran adecuadas, mientras que otras seguían presentando riesgo de electrocución al no haberse aplicado las medidas de protección exigidas por la administración.
Entre las especies afectadas se encuentran ejemplares catalogados en Régimen de Protección Especial y en Peligro de Extinción, como el águila imperial ibérica o el milano real, «especies emblemáticas que utilizan torretas eléctricas como puntos de descanso o caza».
La Guardia Civil ha puesto de relieve «los graves daños medioambientales que provoca la falta de adecuación de estas infraestructuras eléctricas», y recuerda a los propietarios de líneas eléctricas su obligación legal de mantener y adecuar las instalaciones para evitar la electrocución y colisión de aves, de acuerdo con la normativa vigente en materia de protección de la avifauna.
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