Los científicos han explorado el potencial de esta poderosa tecnología para tratar otras enfermedades. Una de ellas es la enfermedad cardiovascular. Y parece que no está tan lejos.

Un estudio preclínico pionero demostró que podría ser una herramienta muy eficaz contra la aterosclerosis, que es la acumulación de placa en las arterias que reduce el flujo sanguíneo, lo que puede provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

La investigación, dirigida por científicos de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), se publica en la revista “Circulation”.

En ratones, las células CAR-T experimentales bloquearon la inflamación en las arterias, previniendo más de dos tercios de la acumulación de placa observada en los controles no tratados.

«El estudio demuestra por primera vez cómo la tecnología de células CAR-T podría usarse para tratar la causa subyacente de la forma más común de enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte en todo el mundo», dijo Avery Posey, autor principal del estudio. «Este descubrimiento representa un importante paso adelante para seguir ampliando el impacto de la terapia con células CAR-T a enfermedades más allá del cáncer».

La aterosclerosis es la causa subyacente de la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascularque en conjunto causan la muerte de decenas de millones de personas en todo el mundo cada año. Los tratamientos disponibles incluyen medicamentos para reducir el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad), que provoca la acumulación de placa, y cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de enfermedad.

Aunque la aterosclerosis es causada en gran medida por la inflamación, no existen tratamientos aprobados que se dirijan específicamente a la inflamación aterosclerótica y los ensayos clínicos anteriores con medicamentos antiinflamatorios han fracasado.

terapia inflamatoria

«La idea de que la terapia dirigida a la inflamación de la pared arterial pueda reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica es muy prometedora», reconoce Daniel J. Rader, coautor del estudio. «El uso de la terapia con células CAR-T para atacar la molécula proinflamatoria oxLDL podría proporcionar un tratamiento complementario importante para reducir el alto riesgo residual de enfermedad cardiovascular aterosclerótica en pacientes que reciben una terapia eficaz para reducir el colesterol».

Aunque los investigadores no predicen que la terapia con células CAR-T, si es efectiva en los ensayos clínicos, reemplazará los tratamientos actuales cuando funcionen bien para los pacientes, sí creen que podría convertirse en una más herramienta para estos pacientes que necesitan opciones de tratamiento adicionales o alternativas.

En este estudio, se utilizó un tipo diferente de célula T llamada célula T reguladora (Treg). Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025. Las Treg atenúan, en lugar de estimular, la actividad de otras células inmunes vecinas.

El equipo diseñó un Treg CAR que se dirige al LDL oxidado (OxLDL), la forma principal de colesterol LDL que alimenta la inflamación y conduce a la acumulación de placa en la aterosclerosis.

sistema inmunitario

«El LDL oxidado (OxLDL) es una molécula proinflamatoria y esta inflamación causa aterosclerosis», explica el autor principal, Robert Schwab. «La idea era que si pudiéramos lograr que el sistema inmunológico reconociera OxLDL y desencadenara una respuesta antiinflamatoria, reduciría la inflamación y esencialmente detendría la patogénesis».

Las pruebas in vitro han demostrado que las células T reguladoras CAR anti-OxLDL reducen la inflamación y la acumulación de células asociadas con la formación de placa aterosclerótica. Luego, en un modelo de ratón predispuesto a niveles altos de colesterol, estos CAR-Tregs La carga de placa disminuyó un 70% después de doce semanas de tratamientosin afectar la función inmune general de los animales.

«La idea de que la terapia dirigida a la inflamación de la pared arterial pueda reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica es muy prometedora», reconoce Daniel J. Rader, coautor del estudio. «El uso de la terapia con células CAR-T para atacar la molécula proinflamatoria oxLDL podría proporcionar un tratamiento complementario importante para reducir el alto riesgo residual de enfermedad cardiovascular aterosclerótica en pacientes que reciben una terapia eficaz para reducir el colesterol».