La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha mostrado aún más polarizada que nunca en su respuesta a la condena del fiscal general del estado. Según Ayuso, la sentencia del Tribunal Supremo demuestra que en España pasan cosas típico de «una dictadura». Una dictadura en la que pueda decir libremente las barbaridades que quiera; su socio ha podido llevar ante los tribunales a todo un fiscal general y darle una paliza; y el Gobierno ha dicho que acatará el fallo.

«La Justicia ha condenado a un Fiscal General del Estado por cometer un delito con el único objetivo de agredir y perjudicar a un adversario político. Estos hechos son propios de una dictadura. Este es un día muy importante para nuestra democracia. Porque se ha demostrado que el Estado de Derecho funciona, a pesar de que quienes tenían la obligación de defenderlo y defender la Ley, se dedicaron al crimen«, denunció este viernes los ‘populares’.

Han sido apenas diez minutos de comparecencia los que ha aprovechado Ayuso para sacar su Repertorio de ataques contra Sánchez. «El presidente del Gobierno ha decidido dinamitar la separación de poderes y erigirse en juez. No es el Fiscal General del Estado sino Pedro Sánchez quien se ha sentado en el banquillo», ha criticado.

En su comparecencia, la presidenta madrileña no aceptó preguntas, se limitó a dibujar a un Sánchez peligroso. «Sabemos qué escenario prepara ahora Pedro Sánchez pero esperamos algo loco. «Es un experto en apagar incendios con más gasolina», ha dicho Ayuso.

Gasolina que transforma en una historia con la que parece decidida a hacernos retroceder 50 años. «Es un paso más hacia la guerra civil. Para crear dos lados. O la democracia populista de Sánchez o el golpe de Estado», anotó.

Es tal su obsesión o nostalgia que incluso habla de una segunda transición. «Esperamos que España empiece a repensar la idea de una nueva transición. Y en este punto sólo pueden ganar la autocracia o la libertad», afirmó.

Porque Ayuso habla abiertamente de una dictadura, una dictadura extraña en la que se permite el Estado de derecho, gracias a la que su pareja ha podido ganar. Aunque durante su comparecencia lo mencionó como un «ciudadano», «un español» o un «particular», por lo que vuelve a dar la cara.

Ante ello, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha denunciado que Ayuso no ha dejado de hablar de «guerra civil» o «dictadura» pero, casualmente, se ha ‘olvidado’ de mencionar el supuesto «fraude fiscal» por el que está procesado su socio. Porque Hacienda acusa a González Amador de haber defraudado 350.000 euros.

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