Tyc Narcea, una mina cerrada y reabierta en dos meses tras las protestas de trabajadores, empresarios y sindicatos
La desgracia ha golpeado a una mina, la de Tyc Narcea, que fue cerrada por el Principado la pasada primavera y que se reabrió dos meses más tarde, tras la protestas de sus trabajadores. La plantilla, de unos 70 empleados, estuvo entonces apoyada por organizaciones sindicales, empresariales y políticas, así como por el alcalde de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella (PP). La suspensión de la actividad se produjo después de la muerte de cinco mineros en la mina de Cerredo en marzo, pero se debió a un expediente abierto con anterioridad. Según el Gobierno regional, aquel cerrojazo nada tuvo que ver con la seguridad. En 1999, cuando el yacimiento tenía otros propietarios, se produjo otro siniestro en la mina en el que fallecieron dos trabajadores polacos, Janus Lejawka y Marian Surzyn, de 39 y 41 años, que dejaron viudas y cuatros huérfanos.
[–>[–>[–>El 5 de abril, una semana después de la tragedia de Cerredo, la Consejería de Transición Ecológica anunció la paralización cautelar del permiso de investigación de esta empresa al detectar discrepancias entre la cantidad extraída según el facultativo y la reconocida por el cliente industrial adscrito al proyecto de investigación. El origen estaba en la denuncia presentada por otra empresa, Special Anthracites, anteriormente Natural Mining Resources (NMR). El Proyecto de Investigación Complementario (PIC) que llevaba a cabo Tyc Narcea en Vega de Rengos le permitía extraer hasta 90.000 toneladas de material para realizar ciertas pruebas industriales buscando materiales como grafeno o grafito.
[–> [–>[–>Tyc Narcea reaccionó a la suspensión reivindicando su buen hacer y resaltando que era objeto de inspecciones cada quince días desde 2021. Tras presentar la documentación requerida ante Industria, ante la tardanza en la revocación por el Principado de la suspensión, la firma presentó en mayo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) «como consecuencia directa de la situación generada por las decisiones adoptadas por la anterior Dirección General de Minas». El ERTE afectaba a unos cuarenta trabajadores, ya que la Administración autorizó la realización de trabajos mínimos de mantenimiento, para su ejecución por un equipo reducido de 20 trabajadores.
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Mineros de Tyc Narcea abandonan la explotación durante una jornada laboral. / DEMELSA ÁLVAREZ
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Para ese entonces, los trabajadores de Tyc Narcea y los sindicatos –UGT, CC OO y SOMA– habían formado un frente común para reclamar la reanudación del proyecto de investigación, tanto en Cangas del Narcea como en León, ya que muchos de los mineros eran del valle de Laciana. Los trabajadores exhibían pancartas en las que podía leerse «No a los cierres injustos», «Justicia para nuestra mina» o «¡Basta de incompetencia!». También se sumó el alcalde de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, que acusó al Gobierno regional de «poner en riesgo el futuro económico de decenas de familias y del municipio». PSOE e IU de Cangas del Narcea se unieron también al frente, por el daño «irreparable» al concejo. El 22 de mayo, los trabajadores llevaron su protesta a Oviedo, con un recorrido desde la plaza La Gesta hasta plaza de España. Tanto la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) como la Cámara de Comercio de Oviedo reclamaron la reanudación de la explotación: «Se está poniendo en riesgo un proyecto pionero, desarrollado en alianza con ArcelorMittal».
[–>[–>[–>El 5 de junio, un día antes de una nueva protesta de los trabajadores, esta vez ante la Junta, el Principado anunció el levantamiento de la suspensión cautelar sobre las actividades de Tyc Narcea y la ejecución de su proyecto de investigación complementario. En la decisión se quiso ver la mano de viceconsejero de Industria, Juan Carlos Campo, que se hizo cargo del área una semana después de la dimisión de la consejera Belarmina Díaz, como consecuencia del accidente de Cerredo.
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No satisfecha con el proyecto de investigación, Tyc Narcea solicitó un permiso de explotación con el objetivo de continuar con la actividad como mínimo 15 años, aunque el proyecto se ha elaborado con carácter indefinido. Los trabajadores recibieron la reanudación del proyecto con euforia. «Estamos deseando reanudar el trabajo», aseguraron. Nadie esperaba que pocos meses después se produjese un accidente tan grave.
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