Fui pluriempleada durante 6 años seguidos y me levantaba a las 6 de la mañana
Antes de que España lo conociera como Chenoaella era simplemente Laura Corradini: una joven luchadora, educadora de primera infancia de día y cantante de noche, quien trabajó incansablemente durante años para abrirse camino en la música.
Durante una reciente entrevista en la Cadena SER, el artista 50 años compartió aspectos poco conocidos de su vida en Argentina y su juventud en mallorcamarcado por un ritmo de trabajo extenuante y completamente alejado del glamour del mundo del arte.
Mucho antes de los escenarios, Chenoa tuvo otra vocación: la educación infantil. Se especializó en cuidado de niños de cero a tres años y trabajó como asistente hasta los seis años.
Disfrutaba profundamente de su trabajo y tenía un cariño especial por su pequeños alumnos de la escuela infantil ‘Ratolins’.
Pero su pasión por la música la llevó a compaginar dos trabajos, como educadora y como cantante nocturna en el Casino Mallorcadurante seis años seguidos «sin vacaciones ni nada«.
Su rutina era tan intensa como admirable: «Yo me levanté a las 6 de la mañanaAbrí la guardería, estuve allí hasta la hora de comer… llegué a casa, me arreglé y me fui. al casino hasta las 12«.
Aun así, nunca se quejó. Al contrario, defendió con orgullo su ética de trabajoinculcado por su familia.
«A mí trabajar no me molesta, me parece que merece la pena.«, recordó evocando la figura de su abuelo como ejemplo de esfuerzo y honestidad.
Aunque su trabajo diario era estable, su verdadera escuela siempre estuvo en el música.
Sus primeros recuerdos están ligados a las melodías y su debut alcanzó el 12 añoscuando cantó blanca navidad con su padre en las Islas Canarias. «Recuerdo que ella llevaba una falda blanca«Tengo la foto en la cabeza porque fue un shock», recuerda.
A los 16 años, y por casualidad, empezó a cantar profesionalmente en hoteles, reemplazando a su madre en una actuación.
Desde entonces, no abandonó el escenario: hoteles, casino, orquestas… todo fue parte de una dura pero invaluable formación musical.
Una etapa que requirió sensibilidad y empatía: había que animar sin molestar, entretener sin invadir. Y aunque el público no siempre la acompañó, ella nunca dejó de cantar.
«He cantado para servilletas y camareros porque muchas noches no había nadie.«, confesó entre risas. Fue precisamente desde el casino donde vio, por primera vez, el anuncio de Operación Triunfo.
Los inicios de Chenoa
Su audición comenzó con una anécdota insólita: marqué mal el número y dejó un mensaje en el contestador equivocado, contándole sobre su vida. Aun así, la llamaron.
Para asistir al casting en Valencia tuvo que inventa una excusa en la guardería. Y no se equivocó al correr el riesgo porque esa decisión cambiaría su vida.
La experiencia en el programa fue intensa. Aunque se sintió amada, también describió el ambiente como «supervivencia absoluta«, lleno de prejuicios y competencia.
Fue entonces cuando tomó una decisión clave para su carrera y su identidad: “Tuve que tomar decisiones… o soy persona antes que artista o me vendo. Y no me vendí, no me apetecía«.
Ahora, muchos años después, vive tranquilo, aceptando su camino y valorar lo aprendido.
Se define como alguien»muy bien» y «muy en paz«, y asegura que su mejor herramienta en el camino ha sido, sin duda, su sentido del humor.
Una historia de esfuerzo, dignidad y autenticidad que demuestra que, antes de ser una estrella, Chenoa ya brillabaaunque fuera delante de «servilletas y camareros».
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