Economia

el reto de pasar de la intención a la acción

el reto de pasar de la intención a la acción
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  • Publishednoviembre 23, 2025



Garantizar el acceso a una vivienda digna es una de las decisiones que define qué tipo de sociedad queremos ser. Porque una casa no es sólo un techo: es el lugar desde el que construimos nuestra vida, ejercemos nuestra autonomía y proyectamos nuestro futuro. Promover Una política de vivienda eficaz no es sólo una cuestión presupuestaria, sino un compromiso ético y social.

España se enfrenta hoy a un evidente desequilibrio entre la demanda y la oferta de vivienda, especialmente entre los jóvenes y las familias que encuentran obstáculos cada vez mayores para acceder a una vivienda asequible. Aún no contamos con recursos públicos suficientes para responder al desafío en todas sus dimensiones y, además, gran parte de los fondos previstos no se ejecutan. La cuestión no es sólo cuánto invertimos, sino cómo lo hacemos y si somos capaces de transformar ese esfuerzo en verdaderos hogares.

Tenemos una oportunidad si abordamos esta política desde una visión de largo plazo, con mayor agilidad administrativa, profesionalización de la gestión y una colaboración publico-privada al servicio del interés general. La prioridad es garantizar que cada euro destinado a vivienda se convierta efectivamente en vivienda, impulsando proyectos que aporten estabilidad, seguridad jurídica y capacidad real de ejecución.

El sector privado ya está desempeñando un papel fundamental en la movilización de recursos para la vivienda. Aprovechar esa energía transformadora no es una opción, es una necesidad. Si queremos resultados, debemos construir alianzas y no levantar barreras. Si miramos a Europa, los últimos datos de Eurostat nos muestran el camino. España dedica el 5,8% de PIB a las políticas de vivienda, provenientes fundamentalmente del sector privado. Dar la espalda a esta realidad reduciría considerablemente este porcentaje, lo que podría agravar aún más la situación actual. Para que la vivienda sea parte de la solución es imprescindible promover la coordinación entre administraciones (local, autonómica y estatal), reforzar los mecanismos de gobernanza y actuar con previsión.

No se trata sólo de construir más viviendas, sino de generar oportunidades. Para lograrlo, es necesario promover marcos regulatorios estables y predecibles que atraigan inversiones y permitan el desarrollo de proyectos de gran escala, capaces de ofrecer respuestas sostenibles en el tiempo. Hay que avanzar hacia políticas que integren innovación, digitalización y criterios medioambientales, acelerando la rehabilitación y la eficiencia energética como pilares de un parque residencial moderno.

Pero también debemos mirar más allá de la construcción y centrarnos en la calidad de vida que queremos garantizar. Una política de vivienda eficaz debe promover barrios inclusivos. El hogar es el punto de partida, pero la comunidad es el destino. Y sólo si ambos avanzamos juntos podremos ofrecer un entorno que favorezca la igualdad de oportunidades y el desarrollo personal.

La vivienda digna no puede seguir siendo una promesa; Debe ser una realidad al alcance de todos. Ese es el verdadero progreso de una sociedad.

Helena Beunza, presidenta de ASVAL.



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