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así cuenta el clan Pujol cómo se repartían el dinero

así cuenta el clan Pujol cómo se repartían el dinero
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  • Publishednoviembre 24, 2025



El imagen familiar de los Pujol-Ferrusola se ha convertido en la imagen viva, según palabras del juez, de una organización criminal que con el tiempo pasó a manos del hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola. Un marco en el que todos participaban de una forma u otra y que gestionaba un patrimonio «excesivo», según lo definió el propio magistrado encargado. De hecho, lo relacionó «directamente (…) con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas».

Jordi Pujol hijo era el llamado «capellán parroquial» en esta historia, es decir, la figura central encargada de recibir, depositar y distribuir el dinero entre los miembros de la familia. Unas conclusiones de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) que él mismo reconoció en su declaración judicial: «Desde el principio nunca hicimos reuniones para decir: ‘voy a repartir’, ni siquiera por teléfono. Les dije: ‘Te voy a dar X’«.

Una enorme fortuna conseguida a través de trabajos sospechosos con encargos fantasmas que les permitían vivir a todo trapo. Algo que justificara eso «Tenía muchos negocios que funcionaban muy bien»según contaba su exnovia Victoria Álvarez en julio de 2014. Eso sí, lo que realmente le gustaba eran los coches de lujo. Tanto es así que se hizo cargo de una colección valorada en más de un millón de euros que había «comprado a gente con problemas».

Otro hombre importante en la trama fue Josep Pujol. Su papel también era gestionar ese dinero en Andorra e intentar ocultar a toda costa su origen. Pese a todo, siempre ha defendido que el dinero procedía de una herencia, justificando la forma en que actúa su padre: “Si me preguntas: ‘Mirando la historia, ¿qué hubieras preferido? 23 años de un presidente ‘de primera’ o el pequeño pecado de ocultarle una herencia a tu abuelo’. Tomaré la primera opción.»

El resto de los hermanos no son considerados administradores principales, sino beneficiarios de esa fortuna que cada uno utilizó para sus propios fines. De hecho, Oleguer Pujol fue investigado por haber blanqueado entre 2.000 y 3.000 millones de euros a través de operaciones inmobiliarias. En definitiva, una red a la que la Fiscalía le pide ahora que devuelva hasta 45 millones de euros.

Ahora, los siete hijos de Jordi Pujol se enfrentan a penas que van desde los ocho a los 29 años de prisión, ya que, en mayor o menor grado de participación, el juez considera que todos desempeñaron un papel fundamental en el entramado familiar. Para el mayor del clan, la Fiscalía pide 29 años de prisión, mientras que para Josep Pujol piden 14 años de prisión. Consideran que el primero es el cerebro, frente al segundo, al que sitúan como clave para justificar el origen de los fondos.

Para los otros cinco hijos del matrimonio: Pere, Oleguer, Oriol, Mireia y Martala acusación pide ocho años de prisión por blanqueo de capitales y asociación ilícita. En definitiva, toda una familia. acusado de ‘asociación ilícita’.

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