El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció el secuestro de cientos de niños y profesores en una escuela Estado nigeriano de Nígeren el oeste del país, unos días después secuestro de otras 25 niñas en un centro educativo en Kebbi.

El ataque tuvo lugar el 21 de noviembre en la escuela católica St. Mary en Papiri, Níger. Según se informa, el ataque tuvo como resultado aproximadamente 300 estudiantes y doce profesores secuestradosAunque el obispo de la diócesis de Kontagora, Balus Dauwa Yohanna, aseguró el domingo pasado que una cincuentena de ellos habían logrado escapar entre el viernes y el sábado, confirmado a su vez por el presidente nigeriano, Bola Tinubu.

La comunidad cristiana ha sido atacadaen muchos varias veces en Nigeria, pero algunos expertos indican que la mayoría de las víctimas en el país son musulmanes, ya que gran parte de los ataques tienen lugar en la zona noreste del país, de mayoría musulmana y donde operan principalmente Boko Haram y su facción, el Estado Islámico en África Occidental (ISWA), según Europa Press.

Sin embargo, en los últimos años ha habido un aumento de la inseguridad En distintas regiones del país la mayoría de los casos están vinculados a bandas armadas y redes criminales que optan por el secuestro para financiarse, por lo que esto ha causado preocupación entre las autoridades. Es por ello que desde entonces han intentado reforzar su despliegue de seguridad.

Condena y llamamiento de UNICEF

UNICEF también expresó su rechazo a estos ataques: “Los niños nunca deberían ser blanco de violencia, y las escuelas Deben ser lugares seguros donde las niñas y los niños puedan aprender sin miedo.«, declaró el director regional de Unicef ​​para África occidental y central, Gilles Fagninou. Subraya también que «el secuestro de estudiantes y de sus profesores es un delito». Violación brutal y grave de los derechos del niño. y un ataque impactante a su seguridad y educación.

«Hacemos un llamado a todas las partes interesadas para que garanticen la liberación inmediata y segura de cada niño y educador secuestrado», dijo Fagninou. «Los niños nigerianos necesitan protección. Las comunidades deben poder enviar a sus hijos e hijas a la escuela con la confianza de que regresarán sanos y salvos a casa”, añadió.

La organización recordó que trabaja en colaboración con las autoridades, la sociedad civil y las comunidades para proteger los sistemas de protección infantil y resaltar entornos de aprendizaje seguros e inclusivos a nivel nacional.

UNICEF recordó que Nigeria apoyó la Declaración sobre Escuelas Seguras en 2015, que implementa medidas específicas para garantizar el carácter civil de las escuelas y universidades y garantizar que los estudiantes tengan un acceso seguro a la educación en tiempos de conflicto, y pide a todas las partes que continúen sus esfuerzos respetar todo el contenido del documento.

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