Un congreso de ultras en Madrid difunde las ideas de un poderoso oligarca ultraconservador ruso sancionado por la UE
Es joven, delgado y con gafas. Rehúye de la prensa y del trato con los medios de comunicación locales, aunque en ocasiones no haya tenido inconveniente en ser fotografiado por muchedumbres de reporteros gráficos junto a Erin Musk, el mismísimo padre en Elon Musk, considerado en algún momento como el hombre más rico del mundo y cercano aliado del presidente Donald Trump; pero sobre todo junto a Konstantin Malofeev, un oligarca ruso sancionado por la UE debido a su relevante papel en los ataques contra Ucrania y en la difusión de la propaganda rusa. Se llama Mijaíl, no quiere mencionar su apellido y ha pronunciado un discurso este domingo en un congreso de la Alianza por la Paz, una organización transnacional que agrupa a organizaciones europeas de carácter ultraderechista, que ha tenido lugar en Madrid este domingo.
[–>[–>[–>Pese a la expectación, el de Mijaíl no ha sido el discurso más fervientemente prorruso de los pronunciados en el Espacio Ardemans, cerca de la avenida de América y próxima a la sede de la Falange. Aunque, eso sí, responsabilizó de la guerra a Europa y a Occidente en su enteridad, reivindicando para Rusia, una suerte de papel de «Tercera Roma«, que sería la depositaria de los «verdaderos» valores de la civilización europea. «Nos quieren llevar a una Tercera Guerra Mundial; de un lado están los globalistas y la antiEuropa y de otro esta gente que defiende unos valores cristianos comunes y una historia en común con todos nosotros. Que quede claro que nosotros estamos del lado de la verdad y que nada ni nadie nos puede amenazar ni nosotros no nos amilanamos», proclamó.
[–> [–>[–>El resto de los ordadores pronunció una profesión de fe en la Rusia de Putin más encendida si cabe. Goran Davidovich, del Partido Nacionalista Serbio (PNS) no ahorró descalificativos contra la OTAN y la UE, organizaciones a las que acusó de trabajar de forma coordinada para apagar los anhelos soberanistas de las naciones europeas. «Hoy en día la OTAN en la Unión Europea trabajan como un como una cosa sola; por un lado, la OTAN bombardea y la Unión Europea coloniza a través de negociaciones, ayudas económicas y oenegés que están pagadas por la Unión», aseveró, antes de concluir: «Tenemos que demandar referéndums para dejar la Unión Europea en cada país y para devolver la soberanía a los pueblos de Europa. la Unión Europea debe colapsar… hay que apoyar a Rusia, que son los que se están defendiendo actualmente de la guerra iniciada por Washington, Bruselas y Londres».
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Encuentro bajo vigilancia
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El encuentro «fue monitoreado» por la policía, aseguran fuentes de las fuerzas de seguridad españolas que prefieren mantener el anonimato. Lo que los injerencistas rusos pretenden infiltrándose en estos grupos es sencillo: más que llegar al poder, prefieren sembrar el país de narrativas disruptivas que mermen los consensos nacionales y el estado de Derecho. gracias a radicales occidentales, ultras, hooligans, neonazis…)de acuerdo con la misma fuente informativa: Se busca «tratar a la extrema derecha y a las subculturas radicales occidentales (partidos ultra pequeños, hooligans, neonazis, alright) como vectores y ejes de influencia».
[–>[–>[–>En otras palabras, afirman las mismas fuentes: buscan a subgrupos sociales con resentimiento hacia la UE, EEUU o la OTAN, y alinear sus reivindicaciones con los fondos o el apoyo que brindan sus países de origen a la Ucrania que se defiende de la invasión rusa. Entre medio, viajes, congresos y reconocimiento internacional que les incrementa la sensación de pertenencia a un momento de «importancia histórica» con el fin de que se conviertan en «altavoces prorrusos y elementos de desestabilización». No se descarta que el Kremlin, ante las posibilidades de que un Gobierno de derechas acabe gobernando en españa, hubiera multiplicado sus altavoces entre sectores sociales vinculados a la derecha.
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Malofeev se ha convertido en uno de los oligarcas más visibles y sancionados debido a sus actividades en favor de la rebelión en el este de Ucrania, y también por su relevante papel en la propaganda y en los movimientos ultraderechistas en Europa. Nacido en la localidad de Pushkino, en la región de Moscú, en 1974, se graduó en 1996 en la facultad de Derecho de la prestigiosa Universidad Estatal de Moscú, inició de forma exitosa una carrera dentro del sector financiero de su país. Es el artífice de Tsangrad, un grupo medios de propaganda que incluye portales como ‘Geopolitika’ y ‘Katehon’, además de mantener estrechos vínculos con la ultraderecha mediática de EEUU.
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