La entrada de Ábalos en prisión merma la mayoría parlamentaria del Gobierno y da más poder a Junts
La decisión del Tribunal Supremo de enviar a prisión preventiva a José Luis Ábalos es un duro golpe para el Gobierno. No solo por el daño que pueda hacer al PSOE la entrada en la cárcel del que fuera ‘número dos’ del partido, sino porque deja al Ejecutivo de coalición con un voto menos en el Congreso, mermando aún más la ya precaria mayoría parlamentaria que le sustenta y en la que, difícilmente, se puede incluir ya a Junts. Son los posconvergentes los que, justamente, ganan más poder con la suspensión de Ábalos, ya que su mera abstención provocaría que cualquier medida decaiga ante el bloque de PP, Vox y UPN.
[–>[–>[–>Desde que en febrero de 2024 decidiera irse del grupo socialista al mixto y mantener su escaño, Ábalos ha seguido votando igual que su partido en la mayoría de las comisiones. Hasta hace unos meses, incluso, seguía recibiendo las indicaciones que se envían a todos los diputados sobre el sentido del voto. Sin embargo, con su entrada en la cárcel, el Gobierno perderá este voto. El Congreso ya ha solicitado al Tribunal Supremo que le confirme la decisión con el fin de iniciar el trámite para suspenderle de sus funciones.
[–> [–>[–>Según el artículo 21 del reglamento del Congreso, la entrada de Ábalos en la cárcel conlleva la suspensión de sus derechos y deberes parlamentarios al haber sido «objeto de un suplicatorio» y hallarse en «situación de prisión preventiva». Esto quiere decir que mantiene su escaño como diputado, pero no recibirá sueldo alguno ni podrá votar en las sesiones plenarias. Además, hasta que no exista una condena firme que le inhabilite, Ábalos podrá seguir siendo parlamentario sin que corriese lista.
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Las nuevas cuentas
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En la práctica, las implicaciones del encarcelamiento de Ábalos son considerables. Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno por el bloque de la investidura, compuesto por 179 diputados, frente al bloque de PP, Vox y UPN que suma 171 escaños. Ahora, el Ejecutivo solo podrá contar con 178 votos, lo que supone que si ERC (7 parlamentarios) o Junts (7) se abstienen en alguna votación se produciría un empate a 171 y, consecuentemente, la iniciativa que se debate decaería.
[–>[–>[–>La abstención de los republicanos catalanes suele ser más extraña, pero los de Carles Puigdemont ya anunciaron hace unas semanas que rompen todas sus relaciones con el Gobierno y vetarán todas las iniciativas de PSOE y Sumar. Desde entonces, el Ejecutivo solo ha podido sacar adelante medidas previamente pactadas con los posconvergentes y, como mucho, contar con la abstención de Junts. Sin embargo, a partir de ahora, esto ya no será suficiente. Hace unas semanas, la abstención de los posconvergentes salvó al Gobierno de tener que ampliar la vida de las centrales nucleares, ahora el Ejecutivo se vería obligado a hacerlo.
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Además, en esta legislatura, no es raro que las votaciones se resuelvan por la mínima, con un escaño o dos de margen. Así, la pérdida de Ábalos complica las negociaciones del Ejecutivo y da más poder a todos sus socios para imponer sus condiciones a cambio de su apoyo o abstención.
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