Desde que se la diagnosticaron es vivir en alerta
SonsolesÓnega (47 años) siempre ha tratado de preservar su vida privada alejada de los medios. Se sabe que está enamorada de su pareja, Juan Montesy que es madre de dos hijos, Yago y gonzalofruto de su matrimonio con el abogado Carlos Pardo Sanz.
De hecho, la comunicadora siempre ha destacado que el mejor papel de su vida es el de madre. Recientemente, Sonsoles ha relajado su afán por hablar de su hijo gonzalo y lo ha hecho por una buena causa: dar visibilidad a la enfermedad que padecía el joven.
el nieto de Fernando Ónega (78) sufre de diabetes tipo 1 y el presentador de Y ahora Sonsoles habló de ello durante un encuentro organizado por el Club de malas madresal lado del Federación Española de Diabetes (FEDE) y el movimiento Crecer sin diabetes.
Sonsoles Ónega en un acto público.
Gtres
La periodista ha contado cómo la diabetes tipo 1 cambió por completo la rutina de su familia desde Fue diagnosticada en 2016.cuando el niño apenas tenía cuatro años. «A partir de ese momento vive en alerta.«, ha asegurado Sonsoles, según ha manifestado diez minutos.
«Estás mirando casi obsesivamente tu teléfono móvil», explicó en referencia a los dispositivos de monitorización que permiten controlar el estado del paciente en tiempo real.
«Este seguimiento continuo genera tensión adicionalporque te hace, no digo, vivir con más miedo del que ya tiene una madre, pero sí con una nueva alerta que te salta a cada minuto», añadió.
Ónega también recordó que los momentos más angustiosos se produjeron en el momento del diagnóstico. «Llegué a la consulta del pediatra sin saber nada.. Fui porque el niño orinaba mucho y por desconocimiento llegué a pensar que tenía tumor en la vejiga«.
La sorpresa fue enorme cuando recibió la noticia: “Por supuesto, cuando me dijo que era diabetes tipo 1, le dije: ‘¿Pero qué me estás diciendo? ¿Qué es esto?’ No tenía ni idea y no hay antecedentes familiares ni nada».
Ónega en un evento.
Gtres
El presentador ha calificado ahora aquel momento como «un mundo de oscuridad muy difícil«, aunque ha matizado que con el tiempo se aprende a vivir con la enfermedad: «es un bache, no es un sumidero«.
El periodista ha insistido en que el tratamiento supone un aprendizaje constante para toda la familia: «Lo complica todo, especialmente hasta que comprendamos el impacto de la dieta y el estilo de vida en la enfermedad«.
En este sentido, Ónega denuncia la falta de información que existe sobre la diabetes tipo 1 y sus implicaciones en la vida diaria.
«Es un problema del que nadie es muy consciente hasta que lo experimenta o lo padece.Ónega expresa su frustración por no haber recibido advertencias claras sobre alimentos que pueden afectar negativamente a los pacientes.
«Nadie me lo dijo. Nadie me dijo: cuidado, el pan de molde está adulterado, la pasta sin gluten está adulterada… Busque alternativas… Nadie me lo dijo. Me da rabia y quiero llorar. «¡Nadie me lo dijo!» dijo.
Con estas declaraciones, Sonsoles Ónega ha puesto voz a la experiencia de muchas familias que viven con diabetes tipo 1, una enfermedad crónica lo que requiere una vigilancia constante y una profunda adaptación en los hábitos de vida.
La alegría de Sonsoles
Sonsoles y Juan, en una fotografía reciente.
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Más allá de esta realidad familiar, Sonsoles está feliz. La vida te sonríe en dos ámbitos clave: el trabajo -su programa de Antena 3 ha conseguido consolidarse y es un referente en televisión- y amar. El responsable de la felicidad de Sonsoles se llama Juan Montes y es un empresario.
Pese a la atención mediática, ambos han optado por mantener su historia en un nivel íntimo, sin grandes declaraciones ni poses forzadas.
Sonsoles, madre de dos hijos de su anterior matrimonio con el abogado Carlos PardoHa encontrado en Juan un compañero que respeta su ritmo de vida y su independencia.
«Me permite tener otra vida.«, afirmó, en referencia a la desconexión que le ofrece su pareja del mundo televisivo.
En otras entrevistas recientes, el periodista ha afirmado sentirse «muy feliz y contentoa su lado, destacando que Montes ha reavivado su ilusión sentimental y ha aportado tranquilidad a su vida. Ónega, además, ha descrito a su pareja como una persona extrovertida, con «deseo de vivir«
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