Fue un gran profesor que marcó a muchas generaciones
El químico y maestro jubilado José Antonio Fidalgo Sánchez, profesor de varias generaciones de alumnos del colegio de la Inmaculada de Gijón hasta su jubilación en 2003, falleció el pasado lunes a las diez de la noche en Gijón a los 86 años de edad. Era natural de la localidad de San Juan de Duz (Colunga), concejo que en 2019 lo nombró hijo predilecto y del que también era su cronista oficial. «Fue un gran profesor y una persona cercana y muy querida», coincidían ayer sus «colegas» docentes en el centro de los jesuitas. El polifacético Fidalgo también era crítico gastronómico, Cofrade de Honor del Desarme y socio de honor de la Real Sociedad Española de Física y también de la de Química. Escribió más de 150 libros de texto y casi 100 de gastronomía. Durante años fue colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y también se prodigó en las redes sociales con una página en Facebook con historia y recetas. Su pérdida causó este martes consternación especialmente en la comunidad educativa del colegio gijonés, en su concejo natal y en el sector hostelero, que recordó su apoyo.
[–>[–>[–>«Nos hemos despertado con la triste noticia del fallecimiento del ‘profe’ como muchos de sus antiguos alumnos y los que no lo fueron le llamaban», lamentaba ayer José Ángel Toyos, Alcalde de Colunga. «Fue un referente en la gastronomía asturiana, el cronista oficial e hijo predilecto de Colunga. Para mí, Antonio era un paisano de los de antes, con palabra y con don para ella, con un humor y conversación que merecía la pena cualquier rato que coincidamos. Siendo creyente como era, hoy estará desde lo más alto cuidando de los suyos y, como no, de su Colunga», señaló el alcalde en referencia a los fallecimientos de su esposa, Alicia Alonso Fidalgo, el pasado mes de agosto; y del hijo de ambos, José Antonio Fidalgo Alonso, a mediados de 2023.
[–> [–>[–>«Muy querido»
[–>[–>[–>
Su carrera como docente la inició en un colegio libre adoptado en Sahagún (León) en 1964 y en 1969 ya pasó al colegio de los Jesuitas en Gijón. El exdirector del centro educativo gijonés, José Guerrero, recuerda que «una frase que aprendí de él y que sigo repitiendo mucho es que por este colegio lo doy todo, exclusive la vida y la familia». Su fallecimiento causó hondo pesar en la comunidad educativa. El presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio de la Inmaculada, Víctor Rodríguez, expresó la consternación por el fallecimiento de quienes fueron sus alumnos: «estamos todos muy tristes por la pérdida. Era uno de los profesores que mejor recuerdo dejó y muy querido por todas las generaciones de antiguos alumnos». El mes pasado la asociación grabó en el colegio una entrevista con él, aún no difundida.
[–>[–>[–>
Fidalgo. / Luisma Murias
[–>[–>[–>
Arancha Vega, directora del colegio de La Inmaculada, por su parte, señaló que «fue un gran profesor y una persona cercana y muy querida». «Con su forma campechana y su enorme cultura, siempre encontraba un momento para ayudar y para compartir una conversación agradable. Su trabajo marcó la formación de muchas generaciones, y su recuerdo siempre estará presente en el Colegio y en la memoria de quienes aprendieron con él gracias a su trabajo y vocación», añadió.
[–>[–>[–>Marcos Fuentes, antiguo alumno y actual profesor de Física y Química, en el colegio de los jesuitas ensalzó que Fidalgo «conseguía que amases la ciencia a través de ejemplos cercanos, conjugando sabiduría, ironía y mucho humor. Uniendo la física y la química con otras materias y saberes: filosofía, latín, historia, deporte, gastronomía e incluso la política». «Yo mismo soy químico un poquito gracias a sus clases en BUP y COU», confesó Fuentes. Este profesor del centro educativo gijonés apunta los numerosos comentarios emotivos que ayer se dieron sobre José Antonio Fidalgo en chats de antiguos alumnos. «Todos en mi generación recordamos problemas con enunciados como ‘Un disco de la Pastorina gira a 45 rpm…’ o «’Calcula la longitud de onda del balón con el que Joaquín acaba de marcar un gol en el Albania-España…’ que en esa misma tarde se estaba jugando».
[–>[–>[–>
Además de la educación, una de las pasiones de José Antonio Fidalgo Sánchez era la gastronomía. El presidente de la Academia de Gastronomía de Asturias, Eduardo Méndez Riestra, señaló ayer que «Fidalgo fue un hombre bondadoso y generoso que recorrió los fogones astures ampliamente para ayudar a la hostelería. Y cumplió bien sus objetivos, porque se hizo querer por cuantos alcanzaba. Divulgó en cantidad como pocos».
[–>[–>
[–>Funeral en San Cristóbal de Colunga
[–>[–>[–>
Ese apoyo a la hostelería también mereció el reconocimiento de José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea y de Hostelería de España, quien lo calificó como «una figura que fue un pilar fundamental para la cultura gastronómica de Asturias». Para Álvarez Almeida, Fidalgo también fue «un cronista de referencia que supo unir su rigor científico con la pasión por los fogones y el agudo sentido del humor con que siempre desarrolló sus trabajos. Con sus más de un centenar de libros de gastronomía y sus colaboraciones, no solo nos enseñó a comer, sino que puso en valor la tradición y la riqueza de nuestros productos y recetarios. Le recordaremos como un amigo del sector. Fue Cofrade de Honor del Desarme (entre otros muchos reconocimientos) y un defensor incansable de lo nuestro. Su legado intelectual y gastronómico perdurará».
[–>[–>[–>
José Antonio Fidalgo residía en Gijón con su nuera, Montse Menéndez y deja dos nietas, Alba y Laura y un nieto político, Alejandro. La capilla ardiente se encuentra en la sala 2 del tanatorio de Gijón-Cabueñes, tanatorio donde a las once y media de la mañana del miércoles sus restos mortales serán incinerados. El funeral por su eterno descanso se oficiará en la iglesia parroquial de San Cristóbal de Colunga a las cinco de la tarde de mañana.
[–>[–>[–>
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí