La banca ultima prorrogar las medidas de alivio hipotecario para hogares de clase media con problemas de pago
Los bancos, en acuerdo con el Ministerio de Economía, ultiman prorrogar voluntariamente las medidas extraordinarias de apoyo a los hipotecados de clase media con problemas de pago que el Consejo de Ministros aprobó hace tres años tras negociarlas con el sector, según confirman diversas fuentes a EL PERIÓDICO. Dichas medidas habrían vencido el pasado domingo 23 de noviembre o decaerían con el final del año (o el 23 de mayo en las zonas afectadas por la dana), según distintas interpretaciones legales. Por ello, las asociaciones bancarias han mantenido en las últimas semanas conversaciones con sus entidades asociadas y con el ministerio para prorrogarlas. La intención es anunciarlo oficialmente en la reunión prevista para el próximo 10 de diciembre entre el ministro Carlos Cuerpo y los líderes de las patronales (AEB, CECA y Unacc), entre otros actores del sector.
[–>[–>[–>«Tras el decaimiento del código, las principales entidades bancarias han valorado prorrogarlo voluntariamente«, confirman fuentes financieras. Aunque hasta que se celebre la reunión todavía puede haber cambios, la idea predominante es prolongarlo por un año adicional, como hizo el Gobierno el año pasado. Al contrario que entonces, ahora se trataría de una iniciativa voluntaria por parte del sector, pero en cualquier caso se espera que la mayoría de las entidades se sumen. Las fuentes, asimismo, destacan que el Nuevo Código de Buenas Prácticas Hipotecarias (NCBP) para las clases medias «ha sido poco utilizado y que su uso ha sido decreciente por la buena evolución macroeconómica y la bajada de tipos de interés». Pero subrayan que, «en todo caso, siempre está la relación bilateral con los clientes» para tratar de solucionar sus problemas de pago sin necesidad de acudir al código.
[–> [–>[–>Para acogerse al NCBP, los hogares deben tener de manera generalizada una renta anual máxima de 37.800 euros (4,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) y una hipoteca suscrita antes de 2023 para una primera vivienda de no más de 300.000 euros de precio de compra. La cuota debe ser superior al 30% de la renta de la familia y el porcentaje de ingresos que se dedica al pago debe haberse multiplicado por al menos 1,2 entre el momento de presentación de la solicitud y cuatro años antes. Si se cumplen los requisitos, se puede elegir entre la ampliación del plazo de amortización hasta un máximo de siete años, dejar fija la cuota hipotecaria por un periodo de 12 meses, o cambiar el tipo de variable a fijo.
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Uso limitado y decreciente
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Según los últimos datos publicados por el ministerio, las 55 entidades que se adhirieron voluntariamente al código para las clases medidas -previsto inicialmente para dos años- recibieron 63.960 solicitudes entre 2023 y 2024, de las que concedieron 7.006 (5.214 ampliaciones de plazo y 1.792 conversiones a tipo fijo). El resto fueron denegadas (por no cumplir los requisitos o no entregar la documentación exigida por la normativa) o se produjo un desistimiento en la petición por parte del cliente. El número de solicitudes ha ido bajando significativamente: 17.531 en el primer semestre de 2023, 11.363 en el segundo de aquel año, 10.323 en el primero de 2024, y 4.743 en el segundo del pasado ejercicio.
[–>[–>[–>En cuanto al código de 2012 para familias vulnerables, que es de duración indefinida y cuyo alcance se amplió hace tres años coincidiendo con la creación del nuevo código para clases medidas, las 83 entidades adheridas recibieron 48.563 solicitudes en el conjunto de 2023 y 2024 (188.358 desde su creación), de las que se concedieron 8.053 (8.000 reestructuraciones de la deuda y 53 daciones en pago). Entre los dos códigos, por tanto, fueron 112.523 solicitudes y 15.059 concesiones en dos años, muy lejos de los «más de un millón de hogares vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad» que se empeñó en anunciar la entonces ministra, Nadia Calviño, cuando se aprobaron las medidas en 2022.
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Fuentes del Gobierno ya reconocían entonces que se trataba de una cifra de beneficiarios potenciales, no de los previsibles. Y el Banco de España tardó poco en rebajarlas a 549.000 hogares potencialmente beneficiarios y unos 200.000 probables. El Gobierno y la banca, en cualquier caso, vienen defendiendo que la baja utilización de las medidas es una señal positiva. «Esta red que pusimos en marcha de manera preventiva ha funcionado. Ha habido personas que la han necesitado y ha estado ahí para ayudarlas. Afortunadamente, la buena evolución de la economía y de la situación financiera de los hogares ha hecho que, pese a esa subida tan rápida y significativa de los tipos, no hayamos tenido un impacto negativo significativo en el día a día de nuestras familias, y por tanto que no haya sido necesario un acceso generalizado o masivo», argumentó Cuerpo el pasado verano.
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[–>Escenario distinto
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La cuestión de fondo es que el plan de ayuda a los hipotecados que el Gobierno impuso a la banca en noviembre de 2022 se produjo en un momento en que el Banco Central Europeo (BCE) estaba subiendo los tipos de interés de referencia de la zona euro a una velocidad sin precedentes para combatir la espiral inflacionista agravada por la invasión de Ucrania. Cuando se acordó el plan tras intensas negociaciones con el sector, el precio del dinero había subido en apenas tres meses del -0,5% al 1,5%, y siguió escalando hasta el 4% de septiembre de 2023. A partir de junio de 2024, sin embargo, la autoridad monetaria comenzó con los recortes y llevó los tipos al 2% actual, con la consiguiente rebaja de las cuotas hipotecarias.
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Paralelamente, la economía y el empleo se comportaron mejor de lo que hubiera sido de prever. Ello facilitó que la morosidad hipotecaria tuviese una evolución sorprendentemente positiva teniendo en cuenta el fulgurante ascenso de los tipos de referencia. El saldo impagado de crédito para la compra de vivienda bajó de 14.522 millones de euros en marzo de 2022 a 11.380 millones en el mismo mes de 2023. En los meses siguientes, subió hasta los 12.408 millones que alcanzó a principios de 2024, pero desde entonces ha descendido a los 9.937 millones del pasado junio, su nivel más bajo desde junio de 2008. Teniendo en cuenta que los hogares tardan unos dos años en dejar de pagar las cuotas después de sufrir un impacto económico como la pérdida de empleo, se puede concluir que ya han superado mayoritariamente el ‘shock’ del alza de los tipos.
[–>[–>[–>Así lo destacó el ministro Cuerpo tras una reunión con las patronales bancarias a mediados de julio. «Estamos ahora en un momento muy distinto en cuanto al ciclo de tipos de interés, con una reversión de gran parte de las subidas, un mayor alivio para las familias, y seguimos con una situación muy positiva en cuanto a evolución de salarios y renta», sostuvo. En el mismo foro, los líderes de las patronales bancarias mostraron su confianza en que el código para las clases medidas no se ampliase de nuevo, pero desde entonces han flexibilizado su posición.
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