La jueza deja en libertad al anestesista de la clínica dental de Alzira
El Juzgado de Instrucción número 5 de Alzira, en Valencia, ha acordado este miércoles la puesta en libertad para el anestesista de la clínica dental de Alzira por la muerte de una niña de seis años, que falleció en el Hospital de la Ribera horas después de ser sometida a tratamiento en la Clínica Mireia.
[–>[–>[–>El especialista, de 43 años y con cerca de dos décadas de experiencia a sus espaldas, detenido este miércoles por la Policía Nacional, queda como investigado en una causa abierta por un delito de homicidio, ante los indicios que apuntarían a una mala praxis en la aplicación de los fármacos que utilizó para relajar a la pequeña fallecida, y a otra niña de cuatro años que también resultó gravemente intoxicada, que permaneció ingresada durante doce días en el Hospital Clínico Universitario de Valencia, varios de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica.
[–> [–>[–>Asimismo, se le imputan los delitos de lesiones, omisión de socorro y hurto, este último por la presunta sustracción de fármacos en el hospital público de gestión privada en el que prestaba sus servicios habitualmente. Unos medicamentos que, según se tiene la sospecha, utilizaba posteriormente en las clínicas privadas donde se requerían sus servicios.
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Cinco horas ante la jueza
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E. Ll. A. llegaba sobre las 11.15 horas a la plaza del Sufragio, donde se alzan la mayor parte de las sedes judiciales de la capital de la Ribera. Lo hacía fuertemente escoltado y protegido por la Policía Nacional, dentro de un coche patrulla que lo ha trasladado desde los calabozos de la comisaría de Alzira a los juzgados de la ciudad.
[–>[–>[–>Varios allegados y familiares de E. Ll. se han interpuesto entre el detenido y los numerosos medios de comunicación presentes en la plaza para evitar que pudieran tomar imágenes de él, lo que ha obligado a los agentes a irse y buscar una alternativa para llevarlo ante la jueza. Lo han hecho utilizando una puerta trasera y formando un corredor de protección con agentes uniformados, a lo que se ha sumado el uso de una sábana desplegada por los familiares para impedir que nadie le viera la cara.
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Durante las casi cinco horas que ha durado su declaración ante la jueza de Alzira, el detenido ha respondido a todas las preguntas que le planteaban tanto la fiscal como el abogado que ha asumido su defensa, para tratar de resolver las incógnitas que rodean este caso. A las 17.00 horas, el acusado abandonaba los juzgados, haciéndolo una vez más escoltado por sus familiares, quienes se han enfrentado a la prensa.
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[–>Los pilares de la investigación
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Tras prestar declaración en calidad de testigo ante el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, así como en la Inspección de Servicios Sanitarios de la Conselleria de Sanidad, cuarenta y ocho horas después de la muerte de la niña de seis años, a primera hora de este miércoles, pasadas las 9.00 de la mañana, la policía detenía al anestesista, por la muerte de una menor y la intoxicación grave de otra pequeña de cuatro años, que este martes fue dada de alta tras permanecer hospitalizada durante dos semanas en el Hospital Clínico Universitario de València.
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Desde el momento en el que se conoció que, antes de su ingreso, las dos niñas que acudieron a urgencias del Hospital de la Ribera habían presentado síntomas similares -somnolencia, respiración dificultosa y mareos- después de haber sido tratadas en la misma clínica dental, la Policía Judicial abrió una investigación para esclarecer las causas que provocaron la grave intoxicación que causó la muerte de la pequeña de seis años. El objetivo era determinar si, tal y como apuntan los indicios, hubo mala praxis en la aplicación de los fármacos que se utilizaron para relajar a las niñas.
[–>[–>[–>Hasta el momento, todas las sospechas se basan en dos pilares: en la falta de autorización administrativa por parte de la clínica para el uso de sedación consciente, tal y como señaló la conselleria de Sanitat antes de ordenar la suspensión cautelar de la actividad en la clínica dental; y en la ausencia de determinados recursos en sus instalaciones, entre ellos una sala de despertar.
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Es por ello que, además de entrevistarse con la odontopediatra que trató a las pequeñas, con el anestesista, la higienista y la propietaria del centro, agentes del Grupo de Homicidios practicaron sendos registros, tanto en la clínica dental como en el domicilio del especialista, donde presuntamente se habrían hallado fármacos cuya compra no se habría podido justificar.
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La dueña, en libertad con cargos
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Así, después de entrevistarse con los responsables del hospital donde el anestesista presta habitualmente sus servicios, y ante los indicios de que el especialista robaba medicamentos en el citado centro sanitario, la policía procedía a su detención este miércoles como presunto autor de los delitos de homicidio, lesiones, omisión del deber de socorro, contra la salud pública y hurto.
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Esa misma mañana, horas después, sobre las 12.00 horas, los agentes arrestaban a la propietaria de la Clínica Mireia como presunta autora de un delito de omisión de socorro y otro contra la salud pública. Tras tomarle declaración en la Jefatura Superior de la Policía Nacional, este vez en calidad de investigada, la gerente, de 50 años de edad y con una amplia experiencia a sus espaldas, quedaba en libertad con cargos. Mientras, el Grupo de Homicidios continúa con las gestiones de investigación para el total esclarecimiento de los hechos.
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¿Qué motivo la reacción de las niñas?
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Ahora, el objetivo es conocer qué motivó la explosiva reacción tanto en el caso de esa menor, que falleció, como en la de 4 años, que estuvo a punto de morir, tal como viene informando Levante-EMV. Para ello se hace necesario esperar a los resultados de los análisis que se están llevando a cabo en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona, ya que la autopsia inicial practicada al cuerpo de la niña de 6 años no ha detectado ninguna anomalía ni previa ni posterior a esas intervenciones bucodentales que justifiquen el fallecimiento
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El estudio forense realizado en el Instituto de Medicina Legal de València y del que ya ha sido informado el Juzgado de Instrucción 5 de Alzira, que investiga el suceso, ha servido para descartar que la niña padeciese alguna enfermedad congénita que hubiese provocado una reacción letal a los sedantes y/o anestésicos locales que le fueron administrados en la mañana del jueves, 20 de noviembre, para practicarle siete empastes y tres extracciones, una de ellas de un resto de una raíz. En este sentido, no se han apreciado malformaciones cardiacas, por ejemplo, pero tampoco presencia en las vías aéreas de elementos que le hubiesen impedido respirar, desde sangre a vómitos -los padres relataron que la niña había vomitado en la clínica, durante el tiempo que permaneció adormilada tras el tratamiento, y más tarde, en su domicilio, tras haber recibido el alta- o posibles restos de las intervenciones que hubiesen podido entrar accidentalmente en las vías aéreas.
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Aunque la autopsia no aclara, por tanto, cuál ha sido la causa de la muerte, sí sirve para dirigir todas las miradas hacia esos análisis de tejidos y fluidos obtenidos durante el estudio forense. Los peritos de Toxicología realizarán un estudio en busca de los fármacos empleados tanto en el proceso de sedación consciente, aplicado por el anestesista, como en el de la anestesia local, realizado por la odontopediatra.
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En ambos casos, han declarado, tanto en sus comparecencias en calidad de testigos ante el grupo de Homicidios de la Policía Nacional como en la Inspección de Servicios Sanitarios de la Conselleria de Sanidad, los dos organismos que han abierto sendas investigaciones para esclarecer los hechos, que emplearon los preparados estándar para ambas praxis y en las dosis que aconsejan sendos laboratorios en función del peso y el tiempo de relajación buscado. Asimismo, la policía está pendiente de los resultados del análisis del contenido de los viales empleados en sendas atenciones, y que fueron requisados las horas siguientes por la Policía Científica.
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