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Operación de Asuntos Internos para detener en Valladolid al jefe del Grupo de Estupefacientes

Operación de Asuntos Internos para detener en Valladolid al jefe del Grupo de Estupefacientes
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  • Publisheddiciembre 4, 2025



Archivo – Comisaría Nacional de Delicias, en Valladolid. Foto de archivo.

– POLICÍA NACIONAL – Archivo

VALLADOLID 4 dic. (EUROPA PRESS) –

Efectivos de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional se desplazaron este jueves a Valladolid para proceder a la detención del jefe del Grupo de Estupefacientes por un presunto delito de tráfico de drogas, tras una investigación iniciada hace un tiempo y asumida por el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital del Pisuerga, que ha decretado el secreto de las actuaciones, según informaron a Europa Press fuentes del caso.

El operativo se desplegó a primera hora de la mañana y, al parecer, habría culminado con, al menos, la detención del citado funcionario tras diversos registros realizados que se han extendido incluso hasta la propia Comisaría de Las Delicias, en la calle Gerona, donde los agentes actuantes, en un número nada inferior a seis, habrían procedido a precintar una taquilla de dichas instalaciones, supuestamente utilizada por el detenido.

No han trascendido hasta el momento más detalles ni si hay más personas detenidas por su presunta colaboración con el agente detenido.

El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, en declaraciones a Europa Press, se ha limitado a «confirmar el operativo en curso» pero ha declinado entrar en más detalles. «No sé nada más oficialmente, ni sé ni quiero saber hasta que concluya la operación», ha advertido el subdelegado.

Ya en 2023, Asuntos Internos también viajó a Valladolid para llevar a cabo una operación similar que en aquella ocasión culminó con la detención de un agente de la Policía Nacional, ORG, que fue condenado en julio del año siguiente por la Audiencia Provincial a una pena de seis años de prisión, rebajada posteriormente a tres años y medio por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, bajo la acusación de tráfico de drogas desde la vivienda que ocupaba con su novio en la calle. Mieses y también por un delito de descubrimiento y revelación de secretos por realizar distintas consultas en solicitudes policiales para saber si ella o su pareja estaban siendo investigados.

En su sentencia de diciembre de 2024, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, estimó parcialmente el recurso de apelación de la condenada y acordó absolverla del segundo de los delitos, el de descubrimiento y revelación de secretos por el que la Audiencia de Valladolid le había impuesto dos años y medio de privación de libertad, de modo que la pena se redujo a tres años y medio por tráfico de drogas, además de ocho años de inhabilitación. por el ejercicio de la profesión de Policía Nacional y una multa de 3.300 euros.

La Fiscalía había solicitado para el funcionario una pena global de casi once años de prisión y una multa de 17.300 euros, mientras que respecto a su pareja, el también imputado CAGG, llegó a un acuerdo con él para que asumiera una pena de tres años de prisión y el pago de una multa de 3.300 euros, en lugar de los cuatro años y medio y 6.000 euros que pedía inicialmente el fiscal.

Esta última, ya en el juicio, asumió toda la culpa y sostuvo que toda la droga y otros efectos de distribución que la policía encontró en la casa eran exclusivamente suyos, algo que inmediatamente confirmó el policía, mientras que el policía, sin éxito, aseguró que ella nunca había traficado con sustancias y sostuvo que desde hacía meses ambos ocupaban habitaciones diferentes al haberse roto la relación, circunstancia en la que la que se escondió para intentar demostrar que la habitación doble en la que fue encontrada toda la droga era utilizada únicamente por su exnovio.

La investigación se inició en enero de 2023 tras recibir varias informaciones sobre una pareja, ella policía, que podría estar dedicándose al tráfico de sustancias en una vivienda de la calle Mieses de Valladolid. Las investigaciones se prolongaron durante cuatro meses, con hasta 68 informes de vigilancia y escuchas telefónicas, que permitieron descubrir que la casa era frecuentada por numerosas personas que volvieron a salir a los pocos minutos, un comportamiento típico de quienes vienen a abastecerse de droga.



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