Estados Unidos | Trump exhibe el acuerdo de paz entre Congo y Ruanda mientras recrudece sus ataques racistas a Somalia
Los esfuerzos de Donald Trump por presentarse como alguien capaz de poner fin a guerras (ocho según su contabilidad) y las profundas contradicciones tras ese empeño toman forma este jueves en Washington DC.
[–>[–>[–>El presidente ha invitado a la Casa Blanca a sus homólogos de Ruanda, Paul Kagame, y Congo, Felix Tshisekedi, y luego tiene previsto participar en una ceremonia de firma del acuerdo de paz entre las dos naciones, que él ha contribuido a gestar.
[–> [–>[–>Ese acto está organizado en la sede en la capital del Instituto de la Paz de Estados Unidos, un edificio que cerró al principio de su mandato pero que ha reabierto la víspera de esta firma. Lo ha hecho colocando su nombre en letras plateadas en la entrada del edificio, que ahora está rebautizado en su propio honor.
[–>[–>[–>
Ataques descarnados a Somalia
[–>[–>[–>
La ceremonia con los líderes de Ruanda y Congo llega en el mismo momento en que Trump está recrudeciendo y llevando a niveles inéditos los ataques racistas contra Somalia.
[–>[–>[–>En los últimos días ha denostado repetidamente al país como «basura» y ha llegado a decir que «casi no cualifica como país». «No tienen nada, solo van por ahí matándose unos a otros, no hay estructura», llegó a declarar el miércoles.
[–>[–>[–>
Trump ha atacado muchas veces antes a otras naciones africanas, especialmente en el marco de conversaciones sobre inmigrantes. Ya desde su primera presidencia estuvo hablando de «agujeros de mierda». Pero la crudeza y brutalidad de los insultos está llegando a cotas nunca vistas en una presidencia democrática moderna.
[–>[–>
[–>Esta vez sus ataques a Somalia también se relacionan con acometidas contra la inmigración, especialmente en el estado de Minnesota, gobernado por el demócrata Tim Walz y por el que fue elegida la congresista demócrata nacida en Somalia Ilhan Omar.
[–>[–>[–>
Crímenes de guerra
[–>[–>[–>
Las contradicciones en una jornada como esta de ese Trump que repite sin pudor que se cree merecedor del premio Nobel de la Paz son más. La gran tormenta política que sacude EEUU ahora se mueve alrededor de la campaña militar lanzada por su Gobierno contra supuestas narcolanchas y sus ocupantes.
[–>[–>[–>Crecen las sombras de que en esa campaña, señalada ya por muchos como de legalidad cuestionable, se han cometido crímenes de guerra, especialmente en el primero de los ataques, el 2 de septiembre. Entonces se lanzó un segundo misil para matar a dos supervivientes que se habían aferrado a los restos de una embarcación atacada.
[–>[–>[–>
Según reveló la semana pasada ‘The Washington Post’, ese segundo misil se lanzó para cumplir órdenes que habría dado verbalmente el secretario de Defensa, Pete Hegseth, de «matar a todos». El jefe del Pentágono ha negado la información y ha atribuido la decisión al almirante Frank Bradley, que este jueves ha testificado a puerta cerrada ante el Congreso.
[–>[–>[–>
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí