Desde la Casa Blanca, el secretario de Estado de la Administración Trump, Marco Rubio, ha calificado la decisión como un ataque a «todas las plataformas tecnológicas» de Estados Unidos, así como al «pueblo estadounidense» por parte de «gobiernos extranjeros». A través de su cuenta en X, Rubio ha indicado que se acabaron «Los días de la censura a los estadounidenses».

Por su parte, la vicepresidenta de la CE para Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, Henna Virkkunen, se ha defendido de las acusaciones asegurando que este La ley es «igual para todos».

Virkkunen ha señalado que No miran quién es el dueño de la plataforma, al tiempo que subraya que es «muy importante» aplicar sus normas. «Especialmente cuando sabemos que nuestros estándares digitales son los mismos para todas las empresas que operan y hacen negocios en Europa».

El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos, Brendan Carr, ha asegurado que Europa está cobrando impuestos a los estadounidenses para «subsidiar un continente desacelerado por las propias regulaciones asfixiantes.

La Unión Europea ha justificado la sanción a X en el mal uso del «check azul» para «cuentas verificadas», ya que considera que no queda lo suficientemente claro para los usuarios. La DSA señala que estas plataformas Deberían prohibir las prácticas de diseño engañosas. Esta regla no exige la verificación de los usuarios, pero no permite que las plataformas consideren verificados a los usuarios a quienes se les han hecho tales cosas, una situación común en la red social, donde se puede pagar para obtener la señal de «verificado». Al mismo tiempo, también han añadido la falta de transparencia y accesibilidad, conforme a la ley, en la publicidad de X y en el acceso a los datos por parte de los investigadores.