España prepara pagos con tarjeta sin conexión y cajeros de emergencia frente a apagones
El gran apagón del 28 de abril dejó al descubierto las costuras no sólo del sistema energético español sino también del sistema de pagos. Las compras con tarjeta se volvieron imposibles en la gran mayoría de comercios y los cajeros automáticos dejaron de funcionar, tanto … por la falta de electricidad y conexión a la red. Ante esta situación, España está estudiando y preparando posibles medidas de contingencia para futuras emergencias como ésta para que al menos los pagos y disponer de efectivo no sean un problema.
Según fuentes bien informadas, una reunión de los llamados Comité Nacional de Pagosque es un foro de encuentro entre diferentes agentes económicos que suele reunirse dos veces al año. El Banco de España ostenta la presidencia y también forman parte de él las asociaciones bancarias AEB, CECA y Unacc, sistemas de pago como Iberpay, plataformas como Bizm, esquemas de tarjetas como Visa y Mastercard, y otras asociaciones empresariales.
En aquel encuentro, en la mesa de resiliencia tecnológica y operativa, los problemas derivados del apagón fueron uno de los puntos centrales y se buscó preparar medidas para fortalecer la resistencia del sistema. Entre ellos se encuentran el despliegue masivo en España del pago con tarjeta offline, es decir, que no es necesario disponer de conexión a la red de comunicaciones (cobertura) para poder pagar una compra; El problema en estos casos era tanto la falta de energía en el terminales de cobro (POS) que no contaban con batería así como la ausencia de cobertura e internet, lo que imposibilitaba las operaciones. Asimismo, también está previsto avanzar en la implantación de cajeros automáticos de emergencia en determinadas localidades que operan en situaciones problemáticas de falta de suministro energético y de red de comunicaciones.
Noviembre
En esta fecha se reunió el Comité Nacional de Pagos para abordar los problemas del sistema en caso de emergencias.
Expertos del Banco de España acaban de desvelar en la revista de estabilidad financiera del supervisor que el supervisor está coordinando el estudio de medidas en situaciones de crisis y destacan que «la cooperación público-privada es fundamental, como forma de unir los esfuerzos de los principales actores del ecosistema de pagos»; Asimismo, el supervisor, en la última reunión del Comité Nacional de Pagos, incluso presentó un informe con el diagnóstico de las vulnerabilidades. La realidad es que el Gobierno también está sentado en el Comité, pero como observador, ya que medidas como las propuestas tienen más que ver con la operativa del supervisor y de los propios bancos. En cualquier caso, fuentes financieras señalan que las decisiones que surjan serán fruto del acuerdo entre el sector financiero y empresarial, actuando el Banco de España como catalizador del pacto.
Sin embargo, estas propuestas no están exentas de dificultades ya que, por ejemplo, la posibilidad de realizar pagos con tarjeta sin necesidad de una red de comunicación es algo que requeriría cambios en varios puntos del sistema. El artículo de los expertos del Banco de España los principales: «La extensión de esta solución a todo el comercio minorista requeriría una estrategia coordinada entre emisores, adquirentes, procesadores y reguladores. Tal estrategia haría necesario, entre otros ajustes, adaptar los parámetros de las tarjetas y establecer un marco que defina los escenarios de activación, los sectores prioritarios y el régimen de responsabilidad aplicable.
Habría que ajustar los chips de las tarjetas y definir el funcionamiento en el POS
Según fuentes del sector, la clave estaría en que los TPV se adapten a esta posibilidad y los chips de las tarjetas tengan este funcionamiento. La operación, en este caso, consistiría en que el terminal, incluso sin red, pueda verificar la autenticidad del instrumento de pago, es decir, que la tarjeta es genuina (no clonada) y verificar que el PIN introducido es correcto; Con esto, los datos de cada transacción se almacenarían para ser procesados posteriormente una vez recuperada la energía y la red.
En este caso, los expertos del Banco de España sí mencionan que en los grandes comercios ya existen algunos sistemas, aunque minoritarios, con terminales TPV adaptados a pagar sin conexión. Pero la intención sería hacerlo masivo para todo el país. Para ello, el artículo pone el ejemplo de otros países como Estonia. «Avanzar hacia una mayor disponibilidad y estandarización de las operaciones offline podría constituir un pilar fundamental de la estrategia nacional de resiliencia en el sistema de pagos», añade.
año de lanzamiento
El BCE prevé lanzar ese año el euro digital, que ya tiene la funcionalidad de permitir realizar pagos aunque no haya red
En el caso de garantizar el suministro de efectivo a los españoles, el documento de la revista destaca que, «según los contactos mantenidos con el sector, la incorporación de generadores en los cajeros parece costosa y puede implicar riesgos de seguridad y logística en situaciones de crisis». Por eso proponen “Cajeros automáticos en ubicaciones críticas para la prestación de servicios mínimos en situaciones de emergencia”. Asimismo, pide reflexionar «sobre la conveniencia de establecer medidas en relación con otros actores diferentes, como los proveedores de comunicaciones o de energía». para que ellos también tengan que tomar decisiones para garantizar el servicio. En este último punto se insiste mucho en el sector financiero para que la responsabilidad en casos de fallo eléctrico o de red no recaiga en los bancos o los sistemas de pago.
Emular el euro digital
Así, el hecho de que España se esté preparando para avanzar hacia el pago con tarjeta offline supone anticipar lo que eurosistema ya plantea para la implementación del euro digital. Esta moneda, que se espera sea lanzada para 2029, se utilizaría para pagar de forma digital (a través de una billetera electrónica) tanto online como offline, es decir, también se utilizará en situaciones sin cobertura ni internet.
Con ello, nuestro país se adelantaría a la funcionalidad del euro digital, del que parte del sector, y también algunos parlamentarios europeos, desconfían por los problemas de seguridad y privacidad que podrían surgir, aunque la comunidad y las instituciones monetarias están decididas a negar estos problemas.
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