La constancia siempre es mejor que la perfección. Desde que lo entendí, hago estas 7 cosas sistemáticamente para mantener el orden




Durante años, karen carmody Sentí que estaba dedicando tiempo a ordenar, pero nunca vi ningún progreso real. Su casa parecía volver al mismo punto cada vez que un día se perdía, y la sensación de estar «siempre ordenando» la acompañaba constantemente. Ciertamente, tener cuatro hijos en casa hacía aún más difícil encontrar el equilibrio entre mantener el orden y la calma. ¿Sabes de qué estoy hablando?
Todo cambió cuando se dio cuenta de que el problema no era la falta de capacidad, sino la falta de concentración. Perseguir la perfección en lugar de construir con perseverancia. Cuando decidió desarrollar hábitos diarios pequeños y repetibles, su espacio comenzó a cambiar y, lo más importante, su forma de sentir comenzó a cambiar. Se trata de una conclusión similar a la que llegan otros expertos que abogan por mantener microhábitos para recuperar energía y calma.
Karen Carmody sugiere 7 reglas muy claras y fáciles de recordar que todos podemos aplicar para no dejar que el desorden y el estrés que genera ganen la batalla. Verás esoNinguna de estas reglas requiere perfección.aunque si tu problema es, como el de Carmody, tiendes a buscarlo, sobre todo no te pierdas el ultimo. ¡Es tan tentador dejar de seguirla y usarla como excusa!
1. Deja de guardar cosas “por si acaso”
Hoy, Karen Carmody es una experta en reglas y dice que su primer paso fue suelta todo lo que has acumulado solo por miedo lo necesito algún día. Este “por si acaso” es el origen de una cierta cantidad de objetos que no usé, que no aprecié y que simplemente ocupaban espacio.
A partir de ahí, definió una regla esencial en su método: si hace un año que no lo uso y no es algo que me guste, no necesito seguir en casa. Con menos objetos moviéndose por la casa sin motivo, El orden se vuelve más fácil de mantener. ¡Hay tantas cosas que guardamos en casa que podemos regalar o tirar y que muchas veces no nos damos cuenta!
«Este pequeño cambio transformó todo en casa. Dejé de intentar gestionar la acumulación y comencé a reducirla», explica. «Cuando Te centras en la reducción, no en la gestión.todo se vuelve más fácil.»
2. Asigna un lugar a todo


El segundo hábito, decisivo para ella, fue el de dar un sitio específico para cada objeto. Si algo no tenía a dónde regresar, terminaba abandonado en la mesa, en el sofá o en cualquier rincón.
Karen entendió que un objeto sin casa siempre se convierte en un desastre, por pequeña que sea la casa. Por tanto, la segunda regla es: si vale la pena quedarse en algo, Necesitas darle un espacio. Si no es posible dárselo, hay dos opciones sensatas: reorganizar otras cosas para crear ese hueco o dejarlo ir.
Precisamente este es uno de los hábitos que comparte la gente feliz, según diversos expertos en moda actual.
3. Revisiones rápidas en lugar de limpiezas profundas
Uno de los cambios más liberadores propuestos por Carmody es sustituir las sesiones de limpieza profunda por breves reseñas a lo largo del día.
Tan solo cinco minutos después de una comida, antes de salir o justo antes de ir a dormir. Cada reseña es pequeña, pero detiene la propagación del desorden y evita la acumulación de montones que posteriormente requerirán tiempo y energía.
Estas revisiones consisten en volver a colocar los objetos en su lugar, Limpiar las superficies y comprobar las zonas más visibles.. No buscan salir de la casa perfecta, sino avanzar un poco sin esfuerzo cada día.
4. Selecciona lo que entra en casa
Karen también empezó a ser más estricta con lo que permitía en su casa. Solía aceptar regalos improvisados, muestras gratis o artículos interesantes, pero No es realmente útil.
el descubrio que Gran parte del trastorno comenzó antes de que existiera.en el momento en que dichos objetos atravesaron la puerta.
Aprendió a decir no, no por desprecio, sino por coherencia con el espacio organizado que deseas mantener. Elegir lo que entra reduce el desgaste de gestionar lo que queda.
5. Liberar la culpa asociada a los objetos (regalos incluidos)


Otro hábito que transformó su relación con el orden fue dejar de aferrarse a regalos que no usé sólo por la conexión emocional.
Entendió que un regalo Cumple su propósito al momento de la entregano en su eterna permanencia en un cajón.
Este cambio la liberó de la custodia de objetos que No encajaban en su vida actual. Eliminó la culpa y dejó espacio para lo que realmente le servía.
Para conservar algo, incluidos los juguetes de los niños, e involucrarlos también en la decisión, Carmody dice que se aseguró de que el artículo cumpliera una de tres condiciones: «Lo usamos, nos encanta o añade valor al hogar.«.
6. Mantenga una bolsa de donaciones siempre lista
Para no retrasar la decisión de donar artículos, Karen empezó a tener una bolsa de donación en un lugar visible.
Cada vez que veía algo que no necesitaba, Lo coloqué directamente allí. No esperé a un gran día de limpieza, lo hice al instante y evité que los objetos tirados se movieran por la casa.
7. Deja de esperar el momento perfecto
El último hábito fue el más revelador: comprender que la perfección es enemiga del orden duradero. Karen ya no esperó un día libre completo, el momento perfecto o la motivación perfecta para hacer la limpieza y la organización definitivas. En cambio, comenzó a actuar durante sesiones cortas y frecuentes.
“Cuando te apresuras, hay muchas posibilidades de que suceda una de tres cosas”, advierte. “Te cansas a mitad de camino, simplemente mueves los montones de cosas de una habitación a otra, o terminas agotado de decidir y te rindes”.
EL grabación de pequeñas acciones diarias hace más progresos que cualquier sesión intensa e informal. En sus palabras, “la coherencia siempre triunfa sobre la perfección”.
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