El gobierno muere en el fango y arrastrará a la izquierda
El barro está atrapando al gobierno en su ensimismamiento. No importa si los casos de corrupción son ciertos, que muchos lo son, y algunos inventados, porque todos tienen la capacidad de generar la percepción de fin de ciclo. La realidad política que es indudable es que han quedado atrapados en el debate público sin poder tomar aire y poner sus temas en la agenda.
Ya no tienen respuestas y la sensación es que están noqueados y en la lona. Solo hay que ver que no han conseguido capitalizar ni rentabilizar las novedades del Escándalo sanitario en Madrid cuando le venía perfecto a su estrategia política de enfrentarse a los gobiernos del PP en la gestión de los servicios públicos. Es imposible entender si hay noticias sobre Leires, Koldos y Ábalos varios. El goteo es tan incesante que lo inunda todo.
Este gobierno, esta legislatura, Se puede resumir en la imagen de un pez jadeando fuera del agua en un charco de baba.. Para los socios ya no es posible sostener la evolución continua de casos de corrupción y escándalos dentro del PSOE y a cambio de nada. La sensación cada día es que no se sabe cuáles serán las noticias que nos mostrarán la degradación de un núcleo de poder cercano al PSOE y al ejecutivo.
Ya no hay manera de achicar el agua para evitar hundirse porque los caminos abiertos, con cada vez mayor caudal, hacer que sea inasequible mantener a flote la legislatura. No dudo de la intención del PSOE de hacer todo lo posible para aguantar, pero tampoco tengo duda de que cada vez hay menos incentivos para que sus afiliados lo apoyen.
La desastrosa sensación que queda es que cuanto más dure la agonía de este gobierno, más fuertes llegarán al poder los reaccionarios. Hay que considerar como posibilidad que lo único que queda es dejar a las organizaciones de izquierda con un mínimo de fuerza para que puedan resistir con cierta credibilidad la oposición a la ola reaccionaria que vendrá.
Peor que un gobierno ineficaz será una oposición sin capacidad para supervisar y actuar como dique contra la rabia. con el que los ultras legislarán cuando tomen el poder con más de 200 diputados. Porque cada día que pasa van sumando plazas.
De nada sirve soportar una legislatura fallida si ni siquiera se consigue aprobar los presupuestos, y esto no es una exigencia hecha al Gobierno, que no tiene los votos, sino a los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez. No hay razón para seguir con los minutos inactivos si no se hace nada productivo, por eso Es mejor dejarle claro al presidente del Gobierno que ya no se puede seguir. Las cosas son como son y no como nos gustaría y es mejor no ceñirse a la realidad.
En Todo está en Bourdieu. Se defiende ferozmente la existencia y vigencia de la ley de hierro de las oligarquías y cómo esta dinámica lleva a las organizaciones a bunkerizarse y no poder ver más allá de la supervivencia de esas élites minoritarias que gobiernan para perder de vista el bien social y colectivo que vinieron a defender. No es algo que puedas evitar, simplemente sucede, no es tu culpa, pero cuando eso sucede es el final del camino. Ya no tiene una razón para existir como proyecto político colectivo.
El Ocultamiento de denuncias contra Paco Salazar Son el ejemplo evidente de cómo esa ley de hierro de las oligarquías ya ha contagiado a la Moncloa y al ejecutivo hasta el punto de no hacerles ver que defender a uno de los suyos tiene poco sentido cuando esa defensa arrastrará a todos hacia abajo. Esta falta de cálculo político suele producirse cuando el asedio externo, real y simulado, ha pasado factura a la capacidad de razonar.
No puedo ver una solución política optimista a lo que está sucediendo. A la izquierda se le está acabando el tiempo porque no es capaz de mostrar a sus votantes, no a sus adversarios, por qué permanece en el poder. La política es la gestión de la realidad y ha llegado el momento de que la izquierda que apoya al gobierno asuma que en las circunstancias actuales no se le puede dar apoyo sin una agenda reformista contundente, asumiendo que es posible que ni siquiera haya votos para sacarla adelante.
No hay votos para medidas ambiciosas de izquierda porque la mayoría progresista era una ficción que enterrará a la izquierda durante una década, por eso Es necesario enseñar a los ciudadanos una coartada para abandonar el gobierno.. Si la izquierda poscomunista no abandona el gobierno se hundirá irrevocablemente con un PSOE incapaz de liberarse de la corrupción y los malos hábitos políticos.
Entrar en un gobierno de coalición minoritario siempre fue un error. Es hora de aceptar la realidad política después de varios años de negarse a mirarla de frente.. Aunque quizá ya sea demasiado tarde.
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