Tras la muerte de Franco, España se deshace del puritanismo ultracatólico de la dictadura, al menos en apariencia. En 1977 estaban a punto de celebrarse las primeras elecciones democráticas en España y Bárbara Rey, el sex symbol del momentoParticipa en la campaña electoral a favor de Adolfo Suárez, el hombre elegido por Juan Carlos I para conducir a España por el camino de la democracia.

Curiosamente es el propio Suárez quien se la presenta. Ahora que España avanza hacia la modernidad, Juan Carlos I siente que tiene todo el derecho a disfrutar de los placeres de la vida y lo hace de la mano del CESID. Los Servicios Secretos se encargan del precio del alquiler y de las medidas de seguridad de los lugares donde el Rey Juan Carlos lleva a sus amantes. Sin embargo, Juan Carlos I volvió a cansarse y en 1994 puso fin a su larga pero intermitente relación con Bárbara Rey y ella, que había grabado sus encuentros, pidió dinero al rey para que aquellas cintas no vieran la luz.

El periodista Juan Fernández Miranda explica que el entonces «rey le cuenta al jefe de los Servicios Secretos que Bárbara llama para comer a un restaurante y allí se desarrollan escenas cariñosas. Al día siguiente, un fotógrafo le pide a Zarzuela 100.000 dólares a cambio de que esas fotos no se publiquen».. Juan Carlos cede al chantaje con el dinero de todos los españoles y la actriz recibe un enorme sueldo de RTVE por presentar ‘Esto es un espectáculo’. Sin embargo, en 1996 el PP de Aznar llegó al poder y eliminó el programa de la red. Es entonces cuando Bárbara Rey vuelve a pedir más dinero y, para evitar un escándalo, el Gobierno de Aznar da marcha atrás y el CESID deposita enormes cantidades de dinero en un banco de Luxemburgo a nombre de Bárbara Rey.

«Son 600 millones de pesetas con una entrega de 100 inicialmente y 50 al año durante 10 años, que acaba con Aznar gobernando», explica el periodista Fernández Miranda. Es en ese momento cuando estalla la guerra sucia: el Estado compra el silencio de Bárbara Rey, pero como no confía en la estrella, intenta poner fin rápidamente al chantaje. Y Bárbara Rey denuncia un robo que ha sufrido en su casa. La famosa afirma que vive aterrorizada y solo habla con los periodistas en el jardín de su casa, ya que está convencida de que hay bichos escondidos dentro de su hogar.

La estrella cuenta a los periodistas que un día alguien manipuló los frenos de su auto. Sin embargo, El rey Juan Carlos vivió toda esta tensión con tranquilidad de saber que la prensa, los partidos y los poderes del Estado encubrieron todo.

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