La fiscalía de Innsbruck acusa a Thomas Plamberger, un alpinista austriaco de 36 años, de homicidio por “falta grave” tras la muerte por congelación de Kerstin Gurtner, su compañera y compañera de escalada, el 18 de enero en el Grossglockner, la montaña más alta de Austria. El caso, que conmocionó al país hace casi un año, entra ahora en la fase preliminar del juicio, prevista para febrero.

Una ascensión en condiciones extremas

Gurtner, de 33 años y sin experiencia en alpinismo de gran altura, y Plamberger, considerado un experto en expediciones, ascendieron los 3.798 metros del Grossglockner en una jornada marcada por condiciones climáticas extremas: temperaturas de hasta –8°C y sensaciones térmicas de –20°C por efecto del viento.

Las cámaras instaladas en la montaña registraron sus movimientos, mostrando cómo avanzaban exhaustos y desorientados cuando, según la investigación, una tormenta de nieve los sorprendió sobre las 20.00 horas, a unos cincuenta metros de la cumbre.

La secuencia estudiada: decisiones fatales

La acusación sostiene que Plamberger cometió una serie de errores que fueron decisivos para la suerte de Gurtner: subestimó las condiciones meteorológicas, inició el ascenso «con unas dos horas de retraso», no tenía el equipamiento necesario para una emergencia a gran altura, no activó ninguna alerta de emergencia antes del anochecer y siguió avanzando a pesar de la tormenta, en lugar de detenerse o pedir ayuda.

Los investigadores señalan que la mujer iba vestida de forma inadecuada para este tipo de expediciones, lo que se pudo comprobar en fotografías tomadas durante el ascenso. Plamberger era el líder del grupo.

Un helicóptero los localiza… pero no interviene

A las 22:50 horas. Según los informes, un helicóptero de rescate sobrevoló la zona e identificó a la pareja. Sin embargo, según la fiscalía, Plamberger aseguró a los operadores que podían continuar, por lo que el rescate no se llevó a cabo. En otras palabras, habría rechazado el rescate.

Abandonado en medio de una tormenta

Según la reconstrucción oficial, Plamberger no solicitó ayuda a los servicios de emergencia hasta pasada la medianoche. Además, luego apagó su teléfono celular y permaneció inaccesible durante una parte crítica de la noche.

La fiscalía afirma que alrededor de las dos de la madrugada abandonó a Gurtner en medio de una tormenta, sin saco de dormir ni manta térmica, y regresó solo al refugio Erzherzog-Johann-Hütte en busca de ayuda.

Kerstin Gurtner fue encontrada muerta a las 10 de la mañana del día siguiente, completamente sola en la montaña. Había muerto de hipotermia. El acusado había dado la alarma unas horas antes, pero ya era demasiado tarde.

La defensa: “Un accidente trágico y mortal”

Los abogados de Plamberger sostienen que no hubo negligencia y que la decisión de separarse para buscar ayuda se tomó de mutuo acuerdo. Sostienen que se trató de un “accidente trágico y mortal”.

El alpinista se enfrenta ahora a hasta tres años de prisión si es declarado culpable.

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