Haupt no ha querido responder directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha solicitado mediante carta al presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyenque mantiene el plazo de 2035 ante la posibilidad, como parece probable, de que la UE decida dar más margen, como piden la industria y países como Alemania, que ven la medida como un ataque a un sector directamente amenazado por los fabricantes chinos.

En este sentido, Haupt ha señalado que lo que demandan la compañía y el conjunto de marcas es previsibilidad y una horizonte estable«No cambies las reglas en medio del partido». En cualquier caso, ha precisado que el plan modelo para las dos marcas bajo el paraguas de Seat SA (Seat y Cupra) permite afrontar cualquier escenario, incluido el de mantener el veto en 2035, como afirma el presidente Sánchez.

Para Haupt, lo importante es la «flexibilidad» que tiene Seat, con una fábrica en Martorell en la que hoy se ha inaugurado una planta de montaje de baterías que permitirá fabricar los nuevos vehículos eléctricos que se fabricarán allí: los nuevos Cupra Raval (comercialización en marzo) y el ID Polo, en este caso bajo la marca Volkswagen. Con las tres líneas de montaje actuales, Martorell tiene una capacidad máxima de 600.000 coches al año, el 50% de ellos eléctricos.

Por otro lado, Haupt ha vuelto a expresar confianza en que la UE eliminará los aranceles impuestos al Cupra Tavascan por estar fabricado en China, algo que está pesando en la cuenta de resultados de la compañía. El automotor espera resolver la disputa dentro de 1 a 2 meses. Las conversaciones «van en la dirección de eliminar los aranceles». Desde octubre de 2024, la UE ha impuesto aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China y vendidos en Europa, por lo que Seat está pagando un cargo adicional del 20,7% además del arancel existente del 10% sobre su Cupra Tavascan.