Él no discrimina, pensó en la gente que estaba muriendo en la calle
Tiene 43 años, nació en Idlib (Siria) y vive en Australia desde 2006. Es padre de dos niñas pequeñas y regenta dos fruterías en un suburbio de Sídney. Ahmed al Ahmed se convirtió en héroe nacional este domingo cuando, en plena playa de Bondi, se abalanzó sobre uno de los atacantes armados que acababan de abrir fuego y logró arrebatarle el rifle, a costa de resultar gravemente herido.
[–>[–>[–>«Mi hijo no pensó en el origen de las personas a las que estaba salvando, pensó en la gente que estaba muriendo en la calle», explicó su padre, Mohamed Fateh al Ahmed, en declaraciones a la cadena pública ABC. «Aquí, en Australia, no hay diferencia entre un ciudadano y otro», añadió.
[–> [–>[–>El ataque, perpetrado por dos hombres contra judíos australianos, dejó 15 muertos. Según las autoridades, la cifra podría haber sido mayor sin la intervención de Al Ahmed, que recibió entre cuatro y cinco disparos en el hombro. Permanece ingresado en el hospital St. George de Sídney, en estado grave pero estable, tras ser operado este lunes.
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El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, elogió igualmente la actuación del civil en un vídeo en el que aseguró que quien desarmó a uno de los atacantes era «un judío», una afirmación que generó polémica. No se ha confirmado si Al Ahmed profesa alguna religión. Sin embargo, su nombre es de origen árabe y su madre aparece con hiyab en sus declaraciones públicas.
[–>[–>[–>El momento del ataque
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Según el relato de sus padres, Al Ahmed estaba tomando un café con un amigo en Bondi cuando escuchó los disparos. Se refugió entre dos coches y vio a uno de los tiradores agachado detrás de un árbol. Cuando creyó que había agotado la munición, se acercó por detrás, se lanzó sobre él y, tras un forcejeo, consiguió quitarle el rifle. En un vídeo difundido en redes sociales se le ve apuntando con el arma al atacante; en otro, posterior, aparece en el suelo, herido, mientras varias personas intentan asistirlo.
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Otro de sus familiares, su primo Mustafa al Asaad, aseguró haber hablado con él tras la operación. Según contó a la cadena Al Araby, Al Ahmed le dijo que «no pudo soportar» ver morir a tanta gente y que «Dios le dio fuerzas para impedir que esa persona siguiera matando». Para su familia, se trató de un «acto humanitario» y de «conciencia».
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[–>El primer ministro australiano, Anthony Albanese, confirmó que el hombre fue operado y que su estado es estable dentro de la gravedad. En declaraciones a la prensa, destacó que Al Ahmed «le quitó el arma al perpetrador con gran riesgo para sí mismo» y calificó su actuación como un ejemplo de «la unión de los australianos».
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Apoyo internacional
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A las puertas del hospital, otro primo, Jozay Aljinki, explicó a varias cadenas de televisión que Al Ahmed podría someterse a dos cirugías más. «Ha tomado mucha medicación y no puede hablar bien», señaló.
[–>[–>[–>La respuesta ciudadana se ha traducido también en una campaña de micromecenazgo para ayudar a Al Ahmed a sufragar la factura sanitaria, que en apenas 12 horas recaudó 500.000 dólares australianos (más de 282.000 euros). El mayor donante ha sido el multimillonario estadounidense Bill Ackman, con una aportación cercana a los 56.000 euros.
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Las muestras de apoyo han llegado también desde el exterior. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó a Al Ahmed como «una persona muy, muy valiente» que salvó muchas vidas. El primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, lo describió como «un auténtico héroe».
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Mientras continúan los homenajes a las víctimas en Sídney, ciudadanos anónimos se concentran también ante el hospital St. George para mostrar su apoyo al herido. Entre ellos, Misha y Veronica Pochuev, que acudieron con su hija de siete años para dejar flores. «Mi marido es ruso, mi padre es judío, mi abuelo es musulmán. Esto no solo tiene que ver con Bondi, tiene que ver con todas las personas», declaró la mujer a la agencia Reuters.
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