El domingo, la Policía de Los Ángeles acudió a la casa de los Reiner en el barrio de Brentwood Heights: allí encontraron el cuerpos sin vida, apuñaladosdel actor y director Bob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner. Desde el primer momento, lo principal el sospechoso era su hijo, Nick Reinerquien a lo largo del día terminó detenidosin derecho a fianza: inicialmente los registros indicaban que estaba bajo fianza de cuatro millones de dólares.

Según la revista ‘TMZ’, Nick Reiner se registró en un hotel de Santa Mónica la madrugada del domingo, donde dejó un rastro de sangre. Alrededor de las 4:00 am, Nick Reiner se registró, usando su tarjeta de crédito, en The Pierside Santa Monica, un hotel ubicado entre las avenidas Ocean y Colorado, a pocos metros de la popular playa de Santa Mónica.

Su llegada al hotel, indica el citado medio, se produjo horas después de que un acalorada discusión con su padre en la fiesta de Navidad del presentador de televisión Conan O’Brien. Los testigos que vieron a Nick Reiner en el hotel afirman que parecía «desorientado»aunque no había signos visibles de que hubiera estado involucrado en una pelea. Según se confirmó, no había manchas de sangre ni heridas ni cortes.

Aunque Reiner Jr. sólo se había registrado para pasar una noche en el hotel, nunca formalizó el verificarel proceso de salida del establecimiento. Cuando el personal entró en su habitación el domingo por la mañana, Encontraron la ducha «llena de sangre» y manchas de sangre también en la cama. Según informa la revista, la ventana de la habitación del hotel donde se había alojado estaba tapada con sábanas.

Según varias fuentes, Nick Reiner ya tuvo un comportamiento extraño en la fiesta de O’Brienal que había acudido con vestimenta inadecuada para el evento –llevaba sudadera en una fiesta elegante– y donde parece que no interactuó con el resto de invitados. Asimismo, algunos señalan que parecía estar drogado. Una fuente le dijo a la revista People que «Nick asustó a todos» en la fiesta. «Se comportaba de manera extraña y seguía preguntándoles si eran famosos», dice la revista.

Nick ha tenido un vida complicada marcada por las adicciones desde muy pequeño. Comenzó a consumir sustancias cuando era apenas un niño y a los 15 años ingresó a rehabilitación. Pasó temporadas viviendo en la calle y, durante años, se alejó de sus padres, hasta reencontrarse con la familia en la última década. Según la prensa estadounidense, los Reiner llevaban años intentando ayudarle a superar su problema con las drogas.

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