VALÈNCIA, 17 dic (EUROPA PRESS)-

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a una mujer de 47 años por explotar presuntamente sexualmente a otras dos personas en un centro de masajes. La mujer detenida presuntamente coaccionó y amenazó a las víctimas, dos personas en situación de vulnerabilidad, con rituales de brujería para obligarlas a realizar prácticas sexuales con clientes.

Las investigaciones comenzaron en octubre por agentes adscritos a la Unidad contra la Inmigración y las Redes de Falsedad Documental (UCRIF) de Valencia tras conocer a una posible víctima de un delito contra la libertad sexual, que estaba siendo obligada a realizar masajes sexuales en un establecimiento de Valencia bajo coacciones y amenazas, utilizando rituales de brujería, según informó la Policía en un comunicado.

Luego de las primeras investigaciones, investigadores de la UCRIF, junto con personal de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, realizaron una inspección en el centro de masajes donde supuestamente trabajaba la víctima.

El local estaba ubicado en la planta baja de un bloque de viviendas, dándole apariencia de centro de bienestar con actividad legal. Como resultado de la inspección, los agentes liberaron a dos mujeres, a quienes el dueño del negocio había reclutado a través de una página de anuncios donde se ofrecían trabajos de masajista. Las víctimas aceptaron el trabajo con la creencia de que sólo se dedicarían a dar masajes.

Sin embargo, una vez iniciada la actividad laboral y aprovechando la situación de vulnerabilidad y precariedad económica de las mujeres, inicialmente las obligó a realizar los masajes «semidesnudas» y, posteriormente, supuestamente les impuso prácticas sexuales con clientes bajo amenazas. Para ello, utilizó rituales de brujería aprovechando la creencia de las víctimas en prácticas esotéricas.

SITUACIÓN IRREGULAR EN EL PAÍS

Asimismo, el investigado los intimidaba constantemente, consciente de la situación irregular en el país de uno de ellos, y los coaccionaba expulsándolos o sancionándolos económicamente si no cumplían sus órdenes. Además, mantenía la mayoría de los servicios pagados por los clientes, ya que se les descontaba el material utilizado y se les penalizaba si el cliente pagaba con tarjeta, entre otras cosas.

Por todo ello, los agentes detuvieron al sospechoso como presunto autor de un delito de prostitución coercitiva y explotación sexual. La mujer detenida, sin antecedentes policiales, quedó en libertad tras tomarle declaración y tras ser advertida de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando así lo requiera.