La pequeña localidad de Otterndorf, en el norte de Alemania, se ha visto envuelta en una polémica tras detectar tocando música de una banda neonazi en su mercado navideño. Según la policía local, las canciones, con letras de contenido antisemita, se reprodujeron a través del sistema de megafonía oficial del lugar. Los hechos ocurrieron el pasado viernes, aunque varios testigos sostienen que los incidentes También duraron todo el sábado y domingo.

Ante lo sucedido, las autoridades han abierto una investigación para esclarecer el origen de la emisión. Según el diario Bild, una de las principales líneas apunta a una memoria USB perteneciente a la empresa encargada de instalar el sistema de sonido, aunque no se descarta que terceros podrían haber accedido a los altavoces mediante conexión inalámbrica.

El director municipal, Frank Thielebeule, reconoció su preocupación tras hacerse pública la noticia. «Es un desastre para nosotros. Durante muchos años hemos celebrado un mercado navideño tranquilo y exitoso, y ahora aparecemos en la prensa por un episodio como este», afirmó al citado medio. Thielebeule explicó que, tras detectar el problema, se decidió apagar la música y que, ante la imposibilidad de garantizar que no se repitieran las emisiones de extrema derecha, el sistema fue desmantelado el domingo por la mañana.

discurso de odio

Los mercados navideños son una tradición muy popular en Alemania y atraen a miles de visitantes cada año, por lo que las autoridades suelen extremar las medidas de seguridad, especialmente en un contexto de alerta extrema. En este caso, la investigación estuvo a cargo del Servicio de Seguridad del Estado. Un portavoz policial confirmó que las diligencias se centran en posibles delitos de violación de la Ley de Protección a la Juventud e incitación al odio.

Por su parte, Otterndorf emitió un comunicado en su sitio web, donde afirmó distanciarse «de cualquier forma de extremismo». «El contenido fue inmediatamente interrumpido. El incidente ha sido denunciado a las autoridades pertinentes y está siendo investigado».

Entre las canciones que habrían sonado en el mercado se encontraban canciones del grupo landseruna banda alemana vinculada al neonazismo y prohibida durante años. Landser fue uno de los grupos más conocidos de la escena musical de extrema derecha en los años 1990 y sus letras incluían mensajes antisemitas, racistas y de exaltación de la ideología nazi. En 2003, la Justicia alemana lo calificó como organización criminal, al considerar que su actividad musical no sólo difundía propaganda extremista, sino que también incitaba directamente al odio, lo que convertía al grupo en un símbolo especialmente sensible y controvertido en el país.