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La Guardia Civil traslada al hospital a las 5 monjas mayores que vivían con las cismáticas en Orduña (Vizcaya)

La Guardia Civil traslada al hospital a las 5 monjas mayores que vivían con las cismáticas en Orduña (Vizcaya)
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  • Publisheddiciembre 18, 2025


BURGOS, 18 dic (EUROPA PRESS)-

La operación realizada por el Guardia Civil en ello monasterio de Santa Clara de Orduña (Vizcaya)ha concluido con el traslado de las cinco monjas mayores –entre 88 y 101 años– de lo que fue el Comunidad Clarisa de Belorado (Burgos) que residía con las monjas declaradas cismáticas en el monasterio vizcaíno.

Los agentes de la Benemérita han trasladado a las cinco monjas al Hospital de Basurto, en Bilbao, para un reconocimiento médico, antes de poder ser trasladadas a otro convento de la Federación de Clarisas.

Sobre las 13.15 horas, cinco ambulancias de la organización DYA se llevaron en sus vehículos a estas cinco monjas que, según el Arzobispo de Burgos y Comisario Pontificio del Monasterio de Belorado, Mario Iceta, son «la verdadera comunidad clarisa», ya que no fueron excomulgadas como sus antiguas compañeras.

La ex abadesa de Belorado, Laura García de Viedma, se ha mostrado muy crítica con la actuación de la Benemérita «por orden del juez». Denunció que en «ningún momento» han podido acompañar a las cinco religiosas mayores.

Señaló que estas clarisas han sido cogidas «a la fuerza y ​​han marchado con desconocidos, semidesnudas» y sin preguntar por los «medicamentos» que toman. A uno de ellos incluso lo han cogido «con fiebre».

García de Viedma ha afirmado que, mientras se ha producido la identificación y traslado de las cinco clarisas, la Guardia Civil ha mantenido «incomunicados» a todos los cismáticos que se encontraban en el monasterio de Orduña.

Ha defendido que se han dedicado a las hermanas mayores «las 24 horas del día, los siete días de la semana e incluso por turnos».

La llegada de los agentes de la Benemérita se ha producido, según ha precisado, de forma «forzada», con «entre 20 y 30 agentes».

García de Viedma ha aseverado que hay un «intento manifiesto de hundir» a su comunidad, de «callarla», porque se consideran un «contrasistema», por lo que defiende que mantengan la «libertad de conciencia».

Tal y como ha defendido el abogado Florentino Aláez, esta intervención la lleva a cabo el juzgado de Bilbao; Aún así, Laura García de Viedma ha echado culpas y señalado a la juez de Briviesca, a la que reprocha querer «a toda costa desmantelar su comunidad y desmantelar las mayores».

Los anteriores intentos de desalojo se produjeron el 27 de noviembre y el 31 de julio, justo después de la sentencia de desalojo dictada por el juez de Briviesca.



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