Con su decisión de hoy, la entidad retoma la senda ascendente de su política monetaria, tras las últimas subidas anunciadas el pasado enero y las implementadas en marzo y julio de 2024, alejando al Banco de Japón de la tendencia hacia políticas monetarias menos restrictivas entre los principales bancos centrales del mundo.

De hecho, el Banco de Japón ha apuntado que, si se cumplen las perspectivas de la entidad y en función de la mejora de la actividad económica y de los precios, «seguirá subiendo el tipo de interés de referencia y ajustando el grado de expansión monetaria».

«Dado que los tipos de interés reales están en niveles significativamente bajos (…) se seguirá elevando el tipo de interés y ajustando el grado de acomodación monetaria», anticipó.

En este sentido, ha sostenido que los tipos de interés reales seguirán siendo significativamente negativos tras el cambio del tipo de interés de referencia y las condiciones financieras expansivas seguirán impulsando firmemente la actividad económica.

La decisión del Banco de Japón coincide con el anuncio del Ministerio del Interior y Comunicaciones de que la tasa de inflación de referencia para el país nipón, que excluye el efecto de los alimentos frescos, se mantuvo estable en noviembre en el 3% interanual.

Por su parte, la tasa de inflación general se moderó una décima en el penúltimo mes del año, hasta el 2,9%, mientras que la tasa subyacente, que además de los alimentos frescos también excluye el impacto de la energía, se situó en el 3%, frente al 3,1% de octubre.