La incómoda grandeza de Froome, el campeón que no se va y al que nunca aplaudieron lo suficiente
doChris Froome Se marcha como ha vivido casi toda su carrera: sin pedir permiso y sin exigir atención. No hay ningún anuncio solemne ni fecha subrayada en rojo. No hay gira de despedida ni último baile, aunque lo ocurrido el jueves en Mónaco sonó a homenaje (Estaba emocionado, pero dijo que pronto hablaría sobre su futuro y que aún no quería hablar sobre su retiro). Hay silencios, medias frases, apariciones fugaces y una sensación incómoda: la de presenciar el fin de
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