ERE TELEFÓNICA | Rafael Vara, CEO de Lukkap, sobre una mala gestión en un ERE: «Puede costar casi 8 millones de euros por cada 1.000 empleados»
Un ERE (como los llevados a cabo por Telefónica o Amazon) es, en palabras sencillas, un proceso legal que una empresa activa cuando su modelo de negocio cambia de forma drástica y necesita ajustar su plantilla. No es una decisión inmediata ni automática. Incluye un periodo de consultas, negociación y comunicación, y puede afectar a parte o a la totalidad de la plantilla.
[–>[–>[–>«Muchas veces se aborda desde un punto de vista puramente económico», explica para EL PERIÓDICO Rafael Vara, CEO de Lukkap, consultora especializada en reestructuraciones y transición profesional. Pero, según el experto, «las reestructuraciones que mejor funcionan son las que se plantean desde la estrategia futura del negocio y ponen a las personas en el centro».
[–> [–>[–>La incertidumbre, el mayor problema
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Desde el lado del empleado, el momento más duro no suele ser el despido en sí, sino el proceso previo. «Durante semanas o meses no se sabe quién va a salir y quién no. Ese momento de incertidumbre máxima hay que gestionarlo con mucha comunicación y humanidad«, señala Vara.
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Según el estudio de Lukkap sobre reestructuraciones y offboarding, vivir un proceso de este tipo reduce la confianza en la empresa y dispara un 45% la intención de marcharse, incluso entre quienes finalmente se quedan. Cuando hay salidas, el impacto es aún mayor.
[–>[–>[–>Outplacement: un derecho poco conocido
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Uno de los grandes desconocidos para muchos trabajadores es el outplacement, o programa de recolocación. «Es obligatorio por ley», recuerda Vara. «Si llevas 15 o 20 años en una empresa, no sabes buscar empleo en el mercado actual, y la compañía tiene que ayudarte en esa transición».
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La diferencia es notable: con un buen programa de acompañamiento, el tiempo medio para recolocarse baja de 15 meses a menos de seis. Esto beneficia al trabajador, pero también al Estado y a la propia empresa. En cifras estadísticas, se calcula que casi el 100% de los participantes en programas de recolocación encuentra trabajo en menos de un año.
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[–>Casi 8 millones de euros
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Más allá del impacto emocional, hacer mal una reestructuración sale caro. Muy caro. El estudio de Lukkap cifra en 7,7 millones de euros la pérdida media por cada 1.000 empleados cuando no hay preocupación real por las personas ni acompañamiento en las salidas.
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«La diferencia entre hacerlo bien o mal no está en la parte legal, que en España está muy ordenada», subraya Vara. «Está en si la empresa piensa solo en los números o también en los empleados que se van y en los que se quedan».
[–>[–>[–>Un escenario que va a más
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Tras unos años contenidos por el tirón del turismo y el empleo público, los expertos prevén más reestructuraciones a partir de 2026. Tecnología, inteligencia artificial, cambios en los modelos de negocio y procesos de consolidación empresarial están acelerando los ajustes.
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El mensaje para el trabajador es claro: cuidar la empleabilidad, reciclarse y exigir acompañamiento si llega un ERE. Porque, como concluye Vara, «las reestructuraciones son inevitables, pero su impacto depende de cómo se hagan».
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