En Navidad era costumbre quemar ramitas de enebro en Nochebuena, el día de San Silvestre y durante los Reyes





A lo largo de la historia, el solsticio de invierno y las celebraciones navideñas han estado cargadas de significados que hoy pasamos por alto. El solsticio que tiene lugar 21 de diciembreno sólo da paso al invierno, sino que Es el día más corto y la noche más larga del año en el hemisferio norte. En los próximos días, semanas y meses El día ganará terreno a la noche.e hasta alcanzar la duración máxima el 21 de junio.
Es un momento clave en la naturaleza y también a nivel simbólico. Los días más cortos del año marcan el inicio de un despertar. Encierran el promete que vendrán días mejores.
Según explica Begoña Imaz, farmacéutica, experta en plantas y autora del libro Tradición salvaje (ed. Larousse), muchas de las costumbres que consideramos “Navidad” tienen su origen en antiguas ceremonias paganas que celebraban esta festividad. renacimiento de la luz.
En Bodymente hablamos con ella para recuperar algunos de estos rituales ancestrales. Algunas se pueden practicar perfectamente hoy en día. No se trata sólo de rituales que se realizan durante el solsticio de invierno, sino de rituales ancestrales para toda esta época del año que Nos conectan con el verdadero significado de las fiestas y nos ayuda a comprender algunas de las tradiciones que a veces mantenemos sin saber exactamente por qué.
El simbolismo del solsticio y la renovación de la luz.


“Todos los pueblos y civilizaciones antiguas han celebrado este festival mágico. punto de inflexión del ciclo natural dónde estamos”, explica Begoña Imaz en una entrevista con cuerpo-mente.
Para muchas culturas antiguas, “en aquellos días renacieron la luz y la esperanza” porque a partir de ese momento los días se hicieron más largos, el sol hizo su trabajo, las plantas crecieron y llegaron las cosechas.
Esta idea del renacimiento de la luz. impregna la Navidad tal como la entendemos hoy. Muchos de los elementos que asociamos con esta época (banquetes, regalos, árboles decorados o incluso vino caliente) tienen sus raíces en celebraciones precristianas como las Saturnales romanas o en los rituales del norte de Europa que honraban el regreso del sol.
Enebro, planta imprescindible para los rituales de protección
Enebro(Juniperus communis) Es un arbusto perenne con hojas en forma de aguja que florece en primavera y da frutos entre el tercer y cuarto año. Sus bayas, los enebros, primero verdes y luego azul oscuro cuando están maduras, se utilizan tradicionalmente en Infusión para depurar y como apoyo en afecciones musculares y reumáticas.
Más allá de la curación, enebro adquirió un fuerte simbolismo protector. Se colgaba en las entradas para protegerse de influencias negativas, se quemaba en casas y establos para purificar el aire y se utilizaba en exorcismos y entierros, explica Begoña.
Bayas, ramas e incluso cenizas. Formaban parte de un repertorio mágico que servía para proteger, limpiar y acompañar los ciclos del invierno.
Cómo quemar enebro hoy de forma segura y significativa
Begoña explica que, antiguamente, “en Navidad tradicionalmente se quemaban ramitas de enebro en Nochebuena, Nochevieja y el día de Reyes”. Las cenizas así obtenidas se guardaban para utilizarlas en pequeñas protecciones y limpiezas durante todo el año.
hoy puedes reproduce estos rituales en tu hogar y con los tuyos como uno una manera de darle sentido a estas fiestas.
- Utilice sólo unas pocas ramitas secas. para evitar el exceso de humo.
- Enciéndelos en un recipiente de cerámica o metal. resistente.
- Ventilar bien si es sensible al humo.
- Haz una breve solicitud, algo que quieres dejar atrás o una intención para el nuevo ciclo.
- Guarda una pequeña cantidad de cenizas en un frasco. como símbolo de protección para el año.
Si lo haces con calma y presencia, encontrarás un ritual ancestral, lleno de significado, adaptado a tu vida moderna y profundamente conectado con la luz que renace cada invierno.
Rituales navideños, qué se ha hecho y qué aún podemos hacer
Junto al ritual del enebro, Begoña describe otros hábitos y rutinas tradicionales que aún hoy tienen significado.
1. Decorar la casa con plantas de hoja perenne
Abeto, pino, acebo, laurel, hiedra… Son plantas perennes que se mantienen verdes todo el año. Se cuelan en nuestros hogares para recordarnos en estas noches oscuras y frías del año que la naturaleza está a punto de renacer. Para tenerlo siempre presente, podemos haz tu propia corona o guirnalda y colocarlo en nuestra casa.
2. quemar muérdago o laurel como limpieza energética
Otra tradición interesante es quemar una rama de muérdago, que debe regalarse y no comprarse. Fiesta de Santa Lucía, 13 de diciembre o después de los Reyes Magos.
“Hoy en día, mucha gente quema sus ramitas de muérdago para llama a la buena suerte y deshacerte de todas las energías estancadas y acumuladas”, nos dice Begoña.


Si no tenemos muérdagoBegoña sugiere quemar laurelque forma parte de nuestro paisaje y de nuestra gastronomía y “es un maravilloso remedio medicinal”. Para nuestros antepasados era una planta muy purificadora y protectora, ligada a los triunfos pero también a la adivinación. Podemos, por ejemplo, escribamos en tres hojas de laurel los que queremos dejar y quemarlos en la noche del solsticio.
3. Celebra la llegada de los personajes invernales.
Estos días recibiremos la visita de muchos personajes invernales (Papá Noel, Olentzero, el Apalpador…). «Todo encarnan este espíritu invernal que nos invita a hacer balance y revisar nuestro comportamiento”, subraya.
«Disfrutar de tu llegada con los pequeños de la casa es algo muy agradable, recuerda darles siempre un ofrenda que también simboliza nuestro agradecimiento por todo lo que aprendí», añade
4. Honra la luz renaciente


Un gesto poderoso es levantarse temprano en la tarde del solsticio para contemplar el amanecer y demos gracias porque este magnífico engranaje natural del que formamos parte sigue girando. “Hoy en día renace la luz y nosotros con ella”, concluye Begoña.
Yule, origen celta
El solsticio, conocido como Yule en el mundo celta, celebraba el regreso del sol tras la oscuridad de Samhain. El rito principal era la quema del gran tronco, que ardió durante doce días y estaba decorado con acebo, hiedra, piñas y luces.
Sus cenizas eran consideradas un símbolo de protección y buena fortuna. Con el tiempo, esta tradición ha dado lugar a centros de mesa, troncos decorativos y adornos que siguen evocando este fuego ancestral.
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