EEUU incauta otro petrolero sancionado cerca de las costas venezolanas
El Caribe sur no deja de dar señales de una intensificación del conflicto entre Estados Unidos y Venezuela. Militares norteamericanos interceptaron y confiscaron este domingo la carga de otro buque petrolero cerca de las costas del país sudamericano. La acción emite una clara señal de peligrosidad sobre el curso del diferendo bilateral porque es precedida por una diferencia de escasas horas de otra de la misma naturaleza. Dos incautaciones durante un fin de semana presagian una aceleración de la crisis. Se trata en rigor del tercer hecho desde el pasado 10 de diciembre, cuando el Skipper fue asaltado por uniformados.
[–>[–>[–>Donald Trump activó días atrás el «bloqueo total» de las naves petroleras que Washington ha sancionado. Si los comienzos de septiembre y hasta los últimos días del presente mes estuvieron dominados por los ataques aéreos contra pequeñas embarcaciones por supuestamente transportar drogas, algo que la Casa Blanca no ha probado hasta el momento, el decomiso de grandes buques supone un cambio de escala político. Hasta ahora, sin embargo, han sido los hundimientos de las llamadas «narcolanchas» las que provocaron 104 muertos.
[–> [–>[–>En la noche del sábado, Caracas denunció la «desaparición forzada» de la tripulación del segundo barco, el Centuries, propiedad de una firma china. También dijo que los «actos ilícitos» y de «piratería» que lleva a cabo EEUU en aguas internacionales constituyen una «grosera violación del artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, el artículo 2 de la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar y de la Declaración relativa a los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados, entre otras normas de Derecho Internacional aplicables». Pero el enardecido mensaje del ministerio de Exteriores ha quedado desactualizado a raíz del nuevo incidente dado a conocer por Reuters. La agencia consignó como fuentes a funcionarios de la administración Trump que no han dado su nombre. De acuerdo con Bloomberg, el Bella 1, con bandera panameña, iba camino a Venezuela a cargar el crudo.
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A la luz de la repetición de los hechos, la crisis parece entrar en una nueva y transitoria fase tendiente a profundizar las dificultades económicas de Venezuela para forzar la salida del poder de Nicolás Maduro. A mediados de la semana que ha transcurrido, el Gobierno anunció que la Armada comenzaría a custodiar a los barcos involucrados en el negocio petrolero. No se aclaró si se refería a aquellos que están por ahora exentos de sanciones o si pertenecen a la llamada «flota fantasma» con la cual Caracas ha evadido las medidas restrictivas de EEUU.
[–>[–>[–>Venezuela ha dicho que no responderá militarmente a estas situaciones. Maduro ha movilizado a los trabajadores de la estatal PDVSA en una señal de cohesión interna y también para ratificar su voluntad de mantener los compromisos comerciales pactados con un socio clave como es China. Pekín ha expresado en varias oportunidades su inquietud por la escalada norteamericana en el Caribe sur. También lo ha hecho Rusia, el otro aliado de Maduro. El martes se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU aborde la situación.
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