este es el dulce que está arrasando esta Navidad en el obrador de Rebeca Vega
La Navidad más dulce en Llanera Sabe a caca del Grinch. La panadería Bombones Santoveña de Fonciello se vende este año a todo trapo y triunfa con una fórmula única basada en el carácter popular que arrasa “entre los más jóvenes y los más mayores”«Es un regalo muy útil para gastar bromas con buen humor», afirma su responsable, Rebeca Vega Santoveña.
Hecho de galleta con cobertura de chocolate teñida de verde en forma de “caca”son la novedad de este año en un negocio que busca seguir innovando cada año, y «todo el mundo las lleva, aunque Originalmente fueron diseñados para niños.Sin embargo, «muchos clientes acaban llevándolos, por el buen humor del marido o la mujer», porque como reconocen en el taller, “son muy buenos”.
Hace unos años arrasaron unos dulces renos que “pensábamos que íbamos a ser difíciles de superar”indica el responsable del negocio. Pero con la presión de la clientela, que “todos los años nos preguntan qué cosas nuevas vamos a hacer”, este año creen que ese récord será superado.
Porque también esta campaña navideña “Se está vendiendo mucho y muy pronto”dice Santoveña. Las primeras ventas y pedidos se realizaron a mediados de noviembre y desde entonces no han parado. Con un stand en los mercadillos navideños de Oviedo, Lugones y Llanera este fin de semana, “vamos muy bien”, afirma. Y entonces a pesar del aumento del precio de las materias primasquien “pensó que sería más notorio pero en realidad, No está teniendo ningún impacto en nosotros.; «La gente sabe lo que quiere y viene a comprarlo sin preguntar», afirma.
El efecto de arrastre de grandes y medianas tiendas, que cada vez empiezan a vender dulces antes, Ha animado a los habituales del taller a empezar a coleccionar delicias navideñas, de las que en Santoveña tienen una enorme muestra.
este año también Los turrones filipinos, Oreo y Kinder Bueno son nuevos.a lo que se suman otros éxitos tradicionales como “el de kikos y el de avellana”, que se producen sin parar. Un ritmo que se intensifica con horario extendido estas semanas, desde que los primeros trabajadores ponen en marcha los hornos “a las dos y tres de la madrugada” hasta que se completa la plantilla hacia las cuatro, y hasta que finaliza la producción del día. Sólo en turrones calculan vender “más de 300 kilos” estas semanas, aunque no es la única delicatessen que sale de su taller.
El gran “hit” de estas fechas navideñas, sobre todo de cara a la cena de Nochebuena, es “la tarta de cabracho”, que “se vende por toneladas”, dice Rebeca Vega Santoveña, rodeada de delicias para premiar el paladar: chocolates, galletas o glorias que saben precisamente así, y que se venden en el mismo negocio, en los mercados y en las “tiendas de barrio”.
Productos tan elaborados como pequeñas puertas navideñas comestiblesdecorados con mimo por la propia Rebeca uno a uno. “Me inspira mucho una chica rusa a la que sigo en las redes sociales, que hace cosas muy originales que intento imitar a mi manera”explica mientras coloca con destreza pequeñas coronas de chocolate en cada galleta.
Fundada en 1990 por sus padres, María Santoveña y Manuel Vega.La panadería comenzó su andadura en la casa familiar de Fonciello, donde desde entonces se entregan todo tipo de maravillas para los más golosos, aunque también son algunas de sus especialidades las tartas de pescado y marisco e incluso el cordero asado al momento.
Rebeca se formó como pastelera «con gente de Peñalba y Ovetus, con Alfonso Candelas y Josep Cusidó»y desde muy pequeña tuvo claro que lo suyo era seguir con el negocio familiar. «Crecí allí y amo lo que hago», resume. En una carrera de larga distancia en la que Cada día se crean pequeñas maravillas.s, experiencias sensoriales que hacen que la caca del Grinch te sepa a bocado del paraíso estas vacaciones.
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