Un diagnóstico de TDAH no significa que estás enfermo, simplemente quiere decir que tu cerebro funciona de manera diferente

Hace poco más de dos años, a Alex Partridge, un exitoso empresario de la comunicación, le diagnosticaron trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Inició un camino que lo llevó a escribir un libro, Ahora todo tiene sentido (ed. Sirio), que será de interés para personas con TDAH (al menos una de cada 30) así como para familiares, amigos y profesionales que deseen saber qué significa realmente este diagnóstico.
-¿Ir al psicólogo y que te diagnostiquen TDAH significa que estás enfermo o tienes algún problema?
No, esto no significa que esté enfermo o que tenga algún problema. Esto simplemente significa que su cerebro funciona de manera diferente a lo que llamaríamos una persona «neurotípica». Piensas y ves el mundo de manera diferente a los demás. Sin embargo, estas diferencias en su cerebro conllevan fortalezas y desafíos. Un diagnóstico de TDAH es sólo el comienzo de un viaje hacia la autoaceptación y el autoconocimiento, a menudo después de años de sentirse incomprendido, criticado, avergonzado o diferente.
Abogo por priorizar la dieta, el ejercicio y el sueño como parte de los cambios y el manejo del estilo de vida.
El estilo de vida acompaña al tratamiento farmacológico.
-¿Cuál es su opinión sobre el tratamiento farmacológico del TDAH en niños?
El tratamiento farmacológico (medicación) puede ser extremadamente eficaz para gestionar algunos de los desafíos asociados con el TDAH y, para algunas personas, cambia la vida de sus hijos. Sin embargo, esto no funciona para todos. Personalmente, abogo por priorizar la alimentación, el ejercicio y el sueño como parte de los cambios y gestión del estilo de vida, quizás antes de recurrir a un tratamiento farmacológico y, por supuesto, acompañarlo. Hay muchas medidas no médicas que puede tomar para ayudar y apoyar a su hijo después de un diagnóstico de TDAH.
-¿Has experimentado personalmente el proceso de pensar que estabas enfermo sólo para descubrir que no lo estabas?
Siempre me sentí diferente. “Podrías ser uno de los chicos geniales si no fueras tan raro”, fue uno de los muchos comentarios que recibí en el patio de la escuela, y uno de los miles que escuché a lo largo de mi niñez y juventud. Aunque era un hombre de negocios muy exitoso, luchaba con problemas de salud mental y alcohol que me hacían preguntarme constantemente qué me pasaba. El diagnóstico de TDAH me hizo darme cuenta de que no estaba destrozada ni enferma: simplemente era diferente.
Hypertargeting puede ser un superpoder: me ha ayudado a hacer crecer mis negocios más famosos.
-¿Cuándo pensaste por primera vez: “Ahora todo tiene sentido”?
Cuando recibí mi diagnóstico de TDAH, todo encajó en términos de administrar (o no administrar) mi tiempo, mi agenda, mis compromisos, mi vida, mi ropa, mis mandados. Entendí por qué me costaba tanto ser coherente con ciertas cosas y también por qué me obsesionaba con otras (esto es hiperconcentración, y puede ser un superpoder: me ayudó a crear mis empresas más famosas). Pero las cosas sólo empezaron a tener sentido emocional cuando, algún tiempo después del diagnóstico, descubrí la disforia sensible al rechazo. Los niños con TDAH reciben 20.000 comentarios negativos más. Estos se acumulan y dan lugar a un adulto muy sensible al rechazo. Mi sensibilidad al rechazo continúa haciendo que mis relaciones y amistades sean difíciles de mantener.
-¿Cuáles son sus estrategias clave para afrontar los desafíos que puede presentar la neurodivergencia tipo TDAH?
Encuentro “trucos” o soluciones prácticas a problemas prácticos. Por ejemplo, tengo muchos problemas de memoria. Para contrarrestar esto, utilizo pulseras de memoria: por la noche elijo tres tareas prioritarias para el día siguiente. Escribo cada tarea en una pulsera de goma. Por la mañana puse los tres. Me sirven como recordatorio. Cuando completo una tarea, me quito la pulsera correspondiente y la coloco en un recipiente. Si elimino los tres, habré completado exitosamente mi día, así que me recompenso comprando algo de mi lista de deseos de Amazon. También utilizo pizarras visuales, en las que escribo recordatorios, notas y listas. Siempre llevo bolsas en el coche para no tener que comprar una nueva cada vez que voy de compras… y muchas otras estrategias prácticas.
-¿Qué fortalezas o habilidades especiales podría tener una persona con TDAH?
Mucho. Creatividad. Capacidad para resolver problemas. Reconocimiento de patrones. Mantenga la calma en una crisis. Resiliencia. Espíritu emprendedor. Intuición aguda.
Es importante buscar una evaluación de un profesional calificado, para que el diagnóstico sea seguro y certero.
-¿Un diagnóstico de TDAH siempre refleja una verdadera neurodivergencia o los síntomas a veces pueden surgir de un conflicto personal o emocional no resuelto?
Los rasgos del TDAH pueden parecerse a los del trastorno de estrés postraumático. Es muy importante demostrar que tus rasgos han estado presentes desde la niñez para recibir un diagnóstico de TDAH. Si estos rasgos aparecen repentinamente después de un evento traumático, es posible que el diagnóstico no sea apropiado. Por eso es tan importante buscar una evaluación de un profesional calificado, para que el diagnóstico sea seguro y preciso, y seguir sus instrucciones en cada paso del camino.
-¿Qué consejo darías a los padres a cuyo hijo le acaban de diagnosticar TDAH?
Acérquese a su comportamiento con curiosidad, no con juicio. No le regañes si no se comporta de forma «perfecta» o «normal»: no le hagas sentir culpable si se mueve, olvida cosas, se enfada o se centra demasiado en algo. Fomente ejercicios de autoconciencia, permítale explorar plenamente sus aficiones e intereses, incluso si parecen surgir en una corriente interminable (y ser abandonados en cualquier momento). Muchos niños con TDAH también presentan evitación patológica de la demanda (PDA), por lo que es mejor formular las instrucciones como opciones siempre que sea posible. Por ejemplo, en lugar de decir «cenemos a las 6:00 p. m.», puedes ser un poco más flexible y preguntar: «¿Quieres cenar a las 6:00 p. m. o un poco más tarde, a las 6:15 p. m.?». El resultado será prácticamente el mismo, pero evitarás una posible rabieta.
-¿Cuál es el mayor mito sobre el TDAH que le gustaría desterrar de una vez por todas?
Tengo tres mitos. Que sólo los niños padecen TDAH; En realidad, las niñas tienen las mismas probabilidades de hacerlo, pero tienden a ocultarlo mejor, lo que hace que sea más difícil de detectar. Este TDAH implica hiperactividad física; La hiperactividad puede ser interna. Las personas con TDAH simplemente tienen que esforzarse más; En realidad, tienden a trabajar mucho más duro que otros, pero esta carga de trabajo es invisible y está oculta internamente.
Muchos de nosotros con TDAH tenemos una percepción peculiar del tiempo. Vivimos en el “ahora”.
-¿Qué has aprendido de las personas que has entrevistado en tu podcast?
Una de las cosas más reveladoras es que muchos de nosotros con TDAH tenemos una percepción peculiar del tiempo. Vivimos en el “ahora”. Si algo no está en nuestro “ahora”, podemos olvidar que existe. Esto también se aplica a los logros: nos da lo que llamamos “amnesia del éxito”. Nos juzgamos únicamente por nuestros fracasos e ignoramos nuestros éxitos, razón por la cual tantas personas con TDAH sufren el síndrome del impostor.
-¿Qué cambios le gustaría ver en los sistemas educativos y laborales para hacerlos más inclusivos para las personas neurodivergentes?
Me gustaría ver una mayor concienciación en todos los sectores, públicos y privados. Sería fantástico que profesores y empresarios hablaran abiertamente sobre la neurodiversidad y sus propios desafíos personales. Esto crearía seguridad psicológica, reduciría el estigma y permitiría a las personas buscar ayuda. También me gustaría que las empresas y las escuelas fomenten las pausas para el movimiento, envíen agendas antes de las reuniones y compartan actas inmediatamente después. Que ayudaron a estudiantes y empleados a dividir tareas grandes en partes más pequeñas. Que ofrecieran instrucciones claras y escritas. Las mejores ideas a menudo se quedan atrapadas en mentes ansiosas. Por eso también necesitamos programar tiempo para reflexionar en espacios seguros y tranquilos.
-¿Su libro puede ser de interés también para personas que no padecen TDAH?
Por supuesto. El libro está escrito en gran parte para quienes no tienen TDAH, pero desean comprender y apoyar mejor a las personas con TDAH en sus vidas.
-¿Hay algo que quisieras decirles a los lectores españoles?
Cuando me diagnosticaron TDAH hace dos años y medio, me dijeron que era valiente por hablar sobre ello. Quiero que la gente hable abiertamente sobre el TDAH sin asumir valentía, porque el simple hecho de usar la palabra «valentía» es una prueba de que el estigma todavía existe, y el estigma es la razón por la que muchas personas sufren en silencio. Tener TDAH no significa que estés destrozado: significa que eres diferente. Pero, en última instancia, ya seas inglés o español, las personas neurodivergentes tienen un camino de autocomprensión que seguir, y espero que este libro permita a todos mis lectores españoles embarcarse verdaderamente en ese camino. Gracias por escuchar, gracias por comprar y leer el libro… y recuerda: siempre fuiste suficiente.
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