un inicio de temporada que le coloca entre Pellegrini y Benítez y le deja en el alambre
La victoria contra Sevilla Era balsámico, pero en los pasillos de Santiago Bernabéu, El término “tranquilidad” siempre se conjuga en condicional.
Xabi Alonso Llegó a las vacaciones de Navidad sólo con el oxígeno que le aportan tres victorias consecutivas (Alavés, Talavera Y Sevilla), cerrando la primera etapa de la temporada -los primeros 25 partidos- con más dudas que certezas.
El Tolosarra y su equipo no volverán Valdebebas hasta el 29 de diciembre, y la pelota no volverá a rodar hasta el 4 de enero contra el Betis. Será una tregua de corta duración, porque la realidad estadística y las sensaciones futbolísticas colocan al técnico en una posición histórica incómoda: está atrapado en el espejo de Manuel Pellegrini y bajo la larga sombra de Rafa Benítez.
Analizando los primeros 25 partidos de temporadas iniciadas por un nuevo entrenador -en comparación con el anterior- desde el regreso de Florentino Pérez En 2009, la “era Alonso” presentó una coincidencia numérica que heló la sangre de los supersticiosos.
Xabi, dejando de lado los seis partidos de Mundial de Clubessigue exactamente los registros de Pellegrini en 2009/10: 18 victorias, 3 empates y 4 derrotas.
Este Madrid del ingeniero chileno, pese a sus poderosas figuras en Liga, Acabó la temporada vacío y con la sensación de no competir en las grandes noches (las ‘Alcorconazo’ y eliminación antes Lyon).
Sin embargo, hay un hecho que hace que la situación de Xabi sea aún más precaria que la de su homólogo chileno: su solvencia. Mientras el equipo de Pellegrini registra un balance de goles de +35 (58 a favor, 23 en contra), el Madrid de Xabi se queda en un discreto +27 (52 a favor, 25 en contra). Es decir que este Madrid gana lo mismo, pero convence menos, sufre más atrás y castiga menos adelante.
La sombra de Benítez
Quizás la comparación más preocupante para la directiva no sea con Pellegrini, que al menos acabó la temporada, sino con Rafa Benítez. El técnico madrileño fue despedido en enero de 2016, tras un inicio que, paradójicamente, fue estadísticamente mejor en varios aspectos que el actual.
Rafa Benítez, con Cristiano Ronaldo de fondo, durante su etapa como entrenador del Real Madrid
EFE
Benítez, en sus primeros 25 partidos, consiguió una victoria menos (17) que Alonso, pero también perdió un partido menos (3 derrotas frente a 4 de Xabi) y, sobre todo, su equipo fue una roca respecto al actual: sólo encajó 22 goles y marcó 69, para un promedio objetivo de +47.
La realidad es tozuda: Xabi Alonso tiene peor diferencia de goles y más derrotas que el técnico que fue despedido hace diez años por «falta de sintonía» y resultados insuficientes.
Si Benítez cayó con un balance de +47, el +27 de Alonso es un indicativo de que el equipo camina sobre el alambre en demasiados partidos, consiguiendo resultados por la mínima o por el talento individual, pero sin la estructura colectiva que exige el club.
Lejos de la excelencia
Para entender por qué el puesto de Xabi no está asegurado, basta mirar los estándares de excelencia del club.
José Mourinho (2010/11): Durante sus primeros 25 duelos, el portugués fue una apisonadora con 20 victorias, sólo 1 derrota y +51 goles.
Mourinho da una conferencia al Real Madrid
UEFA
carlo anceloti (2013/14 y 2021/22): En sus dos etapas, Carletto Obtuvo 19 victorias. En el primero, su equipo tuvo un saldo de +45; en el segundo, +36.
Zinedine Zidane (2016/17): El francés, en la primera temporada que el equipo arrancó con él al frente, completó esta racha de imbatibilidad (18 victorias y 7 empates) con un +46.
Comparado con estos gigantes, el balance de Xabi Alonso (18G-3E-4P) y especialmente los 25 goles encajados (es decir, una media de un gol encajado por partido), indican un equipo vulnerable.
Sólo el Madrid de Ancelotti en la 13/14 encajó más (26), pero este equipo lo compensó con un enorme marcador de 71 goles a favor, casi 20 más que el actual.
Sentencia definitiva en enero
Xabi Alonso ha ganado tiempo con victorias ante Alavés, Talavera y Sevilla, pero persiste la preocupación del club por la forma en la que se está disputando el partido. Las vacaciones navideñas servirán para resetear las piernas, pero no borrarán las dudas tácticas.
La vuelta a la competición el próximo 4 de enero ante el Betis será sólo el preludio. La verdadera revalidación será Supercopa de España. Históricamente, este torneo ha servido como trampolín o guillotina.
Para Xabi, ganar el título podría suponer el crédito necesario para dar la vuelta a la situación y acercarse a los números de segunda etapa de Zidane (que, con un perfil más bajo en la 19/20, consiguió proteger su portería). Una caída, sobre todo si la imagen es mala, podría activar los fantasmas de Benítez y Lopetegui.
Xabi Alonso descansa ahora con su familia, pero sabe que su proyecto pende de un hilo. Las estadísticas le sitúan en el tren de los técnicos que aún no lo han conseguido del todo, y en el Real Madrid la historia tiene la mala costumbre de repetirse si no se cambia el escenario a tiempo. Enero pronunciará su sentencia.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí


