“Debes ser el mejor juez de tu propia felicidad”



En una sociedad que se apoya en modelos diseñados por terceros para conseguir algo parecido a lo que llamamos felicidad, rescatar mensajes de autenticidad del pasado es más importante que nunca. Y si hablamos de autenticidad, no podemos olvidare la escritora más auténtica del siglo XIX: Jane Austen.
permaneció fiel a ella misma hasta el último día de su vida. No se casó, a pesar de las presiones de la época, porque no creía en el matrimonio sin amor. Escribió, aunque en su momento podría haber sido una fuente de deshonra para su familia. Y en cada uno de sus libros nos dejó un poderoso mensaje: Sólo podemos ser auténticamente felices cuando abrazamos nuestra autenticidad.
Autenticidad y felicidad
No parece que estas dos palabras convivan en el siglo XXI como hermanas inseparables, aunque la psicología revele que en realidad lo son. La felicidad moderna se nos presenta más como un gol después de una lista infinita de objetos: tener un buen trabajo, una casa grande y bonita, una familia feliz, un buen coche, una gran cuenta bancaria… Luego viene la felicidad. ¿O no?
Este camino no es sólo profundamente materialista, y es, como diría el filósofo José Carlos Ruiz, caracterizado por el mercado y la sociedad de consumo. Además, su enfoque falla porque supone que, para todos nosotros, la felicidad se encuentra en los mismos objetos.
La realidad es muy diferente: no hay ningún secreto para ser felizporque no hay una sola manera de ser humano. La única manera de encontrar un camino que nos permita alcanzar esa realización tan deseada pasa inevitablemente por reconocer nuestras particularidades, conocernos a nosotros mismos, aceptarnos a nosotros mismos y encontrar nuestro propio camino. Jane Austen entendió esto y lo escribió en su libro: emmacuando el señor Knightley le dice a Harriet Smith: «Debes ser el mejor juez de tu propia felicidad». »
el objetivo
El elemento más diferenciador, nos dirían expertos como Álex Rovira o Francesc Miralles, está quizás en el significado. con el objetivo. Todos venimos al mundo con unos dones particulares, unas circunstancias determinadas, un camino particular. Y todo esto se junta cuando Tratamos de darle sentido a esta vida.en un punto común: el objetivo.
Construir un proyecto de vida, imaginar en el futuro lo que nos puede mejorar como humanos, lo que podemos aportar al mundo, requiere sin duda un proceso de individualización. Estas son tus virtudes y tus defectos, en perfecto equilibrio, aquellos que te legitiman para tu misión.
Este proceso de individualización requiere evidentemente un esfuerzo de autoconocimiento. Pasamos así a la primera fuente de sabiduría. El que acogía a los que se acercaban. en el oráculo de Delfos Estoy buscando una respuesta: “Conócete a ti mismo”. Ese es el gran mensaje.
Vulnerabilidad y amor
Hay otras razones para abrazar la autenticidad, como lo demuestra la vida de la propia gran Jane Austen, así como su obra. Carla Gracia, autora experta y escritora de Cambia tu vida con Jane Austen Lo resume con una gran lección aprendida al leer sus obras: “Sobre todo, haz lo que te diga tu corazón y encontrarás la felicidad. »
Este es el gran mensaje de Jane, porque eso es lo que sus protagonistas hacen una y otra vez, sin miedo a las consecuencias. Esto es lo que ella misma hizo.. Y la psicología, por extraño que parezca, está de acuerdo con él.
Sin autenticidad no podemos ser felices, porque sin ella no podemos conectar con las personas que nos rodean. Esto es autenticidad, y su forma más pura, vulnerabilidadlo que nos permite encontrar el amor, una de las piezas clave de la felicidad. Así lo explica la experta Brené Brown en su célebre obra, Los dones de la imperfección.
Vivir al estilo Austen
El autor nos dejó un gran legado de valentía y autenticidad que puede servirnos de inspiración. Y no sólo en sus obras, sino también en su propia biografía. Inspirándonos en ella, podemos encuentre excelentes consejos para vivir auténticamente.
- Conócete a ti mismo. Dedica tiempo a pensar en tus gustos, valores y emociones. La autenticidad comienza con el autoconocimiento.
- Escuche a su corazón. Como los protagonistas de las novelas de Jane Austen, toma decisiones basadas en lo que realmente te importa, no en lo que los demás esperan de ti.
- Acepta tu vulnerabilidad. Mostrarse tal como es le permite conectarse verdaderamente con los demás y construir relaciones auténticas. No tiene sentido que le gustes a todo el mundo si nadie te conoce realmente.
- Vive sin miedo. Al más puro estilo Austen, atrévete a romper los moldes sociales y las expectativas de los demás. El coraje de ser uno mismo es la clave de su bienestar.
- Celebre sus características especiales. Tus virtudes y defectos son únicos. Adoptarlos te permitirá vivir con integridad y alegría.
En definitiva, un consejo para vivir sin miedo y convertirnos en jueces de nuestra propia felicidad, como diría Austen.
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