El Ártico más cálido deforma la corriente en chorro y causa «latigazos hidroclimáticos» en latitudes medias
Un Ártico más cálido está deformando la corriente en chorro del oeste y provocando un “latigazo hidroclimático” en las latitudes medias: pasamos de sequías extremas a lluvias torrenciales en cuestión de semanas, un patrón que el registro geológico indica que irá a más en nuestro futuro próximo.
[–>[–>[–>En las últimas décadas, el calentamiento global ha provocado un aumento en la precipitación media global. Al hilo de esto existe una preocupación mucho más crítica para nuestra sociedad: la creciente variabilidad de las lluvias relacionada.
[–> [–>[–>Este fenómeno, conocido coloquialmente como latigazo hidroclimático, se caracteriza por transiciones frecuentes y bruscas entre condiciones de sequía extrema y periodos de humedad intensa, lo que representa una grave amenaza para el desarrollo socioeconómico y los ecosistemas, especialmente en las latitudes medias, como las nuestras.
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Las 5 consecuencias clave de la ondulación de la corriente de chorro del oeste en el clima
- Aumento de los extremos hidroclimáticos: Una mayor ondulación de la corriente de chorro provoca transiciones frecuentes y bruscas entre condiciones de sequía extrema y periodos de humedad intensa.
- Mecanismo de transporte y ascenso de aire: En regiones como el este de Asia, la posición y dinámica de la corriente de chorro controlan dónde precipita la humedad reinante. La intensificación del movimiento ascendente del aire, causado por cambios en el chorro, es un motor principal para el aumento de las lluvias en ciertas zonas.
- Relación con el calentamiento del Ártico: El calentamiento del Ártico reduce el gradiente de temperatura entre el polo y el ecuador, lo que debilita la corriente de chorro y aumenta su sinuosidad u ondulación.
- Lecciones del registro geológico: El estudio de sedimentos de hace más de 3 millones de años muestra que, durante periodos con un Ártico más cálido (como el Plioceno), la ondulación del chorro era mayor, lo que resultaba en una variabilidad de las precipitaciones significativamente amplificada en las latitudes medias. Por el contrario, cuando las capas de hielo del hemisferio norte se expandieron, el chorro se volvió más recto y fuerte, estabilizando el hidroclima.
- Proyecciones futuras: Bajo los escenarios actuales de calentamiento global, se prevé que la ondulación del chorro aumente, lo que traerá consigo eventos climáticos extremos más frecuentes en las regiones de latitudes medias.
Referencia
Westerly jet waviness modulates mid-latitude hydroclimate variability. Liangqing Cheng et al. Nature Communications, volume 16, Article number: 10928 (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-025-65904-8
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El culpable: un chorro atmosférico «serpenteante»
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Según un reciente estudio de Nature, el mecanismo principal detrás de esta inestabilidad no es solo el aumento del CO2, sino la ondulación de la corriente de chorro del oeste. Cuando el Ártico se calienta, esta corriente de aire tiende a volverse más ondulada, creando lenguas y desplazamientos masivos de aire.
[–>[–>[–>Un chorro de aire estable y recto actúa como una barrera que contiene el aire frío, pero un chorro ondulado permite que el aire cálido se desplace hacia el norte y el aire frío hacia el sur, creando bloqueos atmosféricos que derivan en eventos climáticos extremos y persistentes.
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Lecciones del pasado para entender el futuro
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Para comprender este fenómeno, un grupo de científicos analizó un registro de sedimentos de 300 metros de profundidad en el norte de China, que abarca los últimos 5.7 millones de años. Los resultados revelan lo siguiente:
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[–>Mayor variabilidad en el pasado: Antes de hace 3 millones de años (durante el Plioceno), la variabilidad de las lluvias en las latitudes medias era mucho mayor que en la época más reciente (Pleistoceno).
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El factor Ártico: Esta variabilidad extrema se debió a un Ártico más cálido, que aumentaba la ondulación de la corriente de chorro.
[–>[–>[–>El papel del hielo: Hace unos 3 millones de años, la expansión de las capas de hielo en el hemisferio norte ayudó a fortalecer y «enderezar» el chorro, reduciendo estos latigazos en las latitudes medias.
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¿Qué nos espera?
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Este estudio, financiado por el Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Clave de China y liderado por los científicos Liangqing Cheng y Jingran Zhang, advierte que el Plioceno es el mejor análogo para nuestro futuro cercano debido a sus niveles similares de CO2 y temperaturas ligeramente superiores a las actuales. Bajo los escenarios de calentamiento global proyectados, se espera que la ondulación del chorro aumente progresivamente. Esto significa que las regiones de latitudes medias deben prepararse para eventos hidroclimáticos extremos más frecuentes.
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Imaginemos que la corriente de chorro es como una manguera de jardín con mucha presión: si se mantiene recta, el agua sale de forma constante hacia un solo punto. Pero si la manguera empieza a serpentear y dar latigazos por el suelo, algunas zonas recibirán chorros de agua violentos de repente (inundaciones), mientras que otras se quedarán completamente secas en un instante (sequías), cambiando de un estado a otro de forma caótica.
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La dinámica de la corriente de chorro tras este nuevo estudio geológico refuerza la importancia de la ondulación atmosférica como el motor principal de los cambios en la lluvia en nuestras regiones.
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