El Gobierno se va de vacaciones dos semanas y un día. ¡Aleluya! En teoría hay menos posibilidades de que sus miembros cometan algún delito, al menos desde un punto de vista formal. Los ministros sanchista y yolandista aprobaron en su última reunión una serie de medidas que podríamos denominar «sociales».

A saber: aumentos en el monto de las pensiones; el aumento del Ingreso Mínimo Vital y el extensión de las ayudas al transporte. Nada que objetar.

Bueno, estoy corregido, sólo una pequeña advertencia: ¿De dónde va a salir el dinero para tanto gasto?

Bueno, ya se sabe que de los bolsillos de los ciudadanos al mismo tiempo que los contribuyentes, del aumento de la deuda pública o del aumento del déficit público. Si a esto le sumamos el aumento de salarios de los funcionariospues ya tenemos una lista de gasto público desbocado.

Todo ello sin Presupuestos Generales del Estado por tercer año consecutivo. Y, a menos de una semana para que acabe el año, el Gobierno que preside El marido de Begoña. no ha enviado el proyecto a las Cortes, algo que debería haber hecho antes del 30 de septiembre.

Todo indica que este documento no llegará a la sede de la Carrera de San Jerónimo en Madrid y, sobre todo, aunque entrara allí, su aprobación es prácticamente imposible.

Es ciertamente contradictorio que un presidente del Gobiernoal igual que Pedro Sánchez, que ha Tres años sin aprobar los presupuestos aquí sea el que vaya negociar con Bruselas el marco financiero de la Unión Europea (UE) para 2028-34, al menos por ahora.

Este último será uno de los temas que tendremos que seguir más de cerca a lo largo del próximo año, en el que España necesita acometer importantes reformas económicas de carácter estructural. Sin embargo, mucho me temo que este no será el caso.

Serán doce meses en los que habrá varias elecciones autonómicas, una tras otra, ya que están previstas al menos tres (Aragón, Castilla y León y Andalucía) y veremos si no se celebran también las generales.

En este contexto, y con un Gobierno de «sachistas» y «yolandistas» peleando, no parece el momento más propicio para acometer estas reformas.